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Cudillero. Paraíso Natural

Escrito por el 12/10/2012 en Rutas y viajes

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Viajar por Asturias con nuestro SUV es garantía de encontrar carreteras, pistas y caminos transitables que nos llevarán a descubrir paisajes, pueblos y aldeas situados en medio de una exuberante naturaleza que nos regalará con toda una gama cromática de frondosos verdes.

¿Como elegir una ruta por Asturias?, si toda Asturias es una ruta sin fin “diseñada” especialmente para aquellos vehículos que tienen mejores posibilidades de tracción como son los 4×4. Sus frecuentes lluvias, las hojas en las carreteras, el firme deslizante tanto por la acción del mar cuando vamos cerca de la costa, como por el barro que nos iremos encontrando continuamente en las carreteras de montaña por los vehículos que acceden a estas desde la multitud de pistas y caminos que nos iremos encontrando a nuestro paso… Asturias se presenta como el hábitat ideal para nuestro SUV y como uno de esos lugares en los que menos necesario es un “rutómetro” que nos guíe en nuestra excursión.

Por todo lo anterior, y para no cometer la injusticia de dejarme infinidad de destacados sitios dignos de visitar en el tintero, en esta ocasión he “utilizado” un enclave como centro de operaciones sobre el que empezar, terminar o simplemente, utilizar como destacado punto de paso de nuestra ruta.

Cudillero, que es el lugar en cuestión, merece por si mismo una visita de fin de semana para poder saborear con intensidad todos los atractivos que nos brinda. Solo con llegar a Cudillero y disfrutar de lo que nos ofrece, nuestra salida ya habrá sido un éxito, por lo que dependiendo de nuestro tiempo, nuestras ganas de conducir y complicarnos y el vehículo que dispongamos, podremos realizar la excursión que más nos apetezca con total garantía de satisfacción.

El eslogan “Asturias, paraíso natural” creado y puesto en circulación en 1985, se adapta perfectamente a esta villa marinera en la que el mar y la montaña, se funden para deleitar nuestros sentidos.

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El Valle del Ese-Entrecabos está constituido por los concejos de Cudillero, Salas, Tineo, Allande y Valdés (capital Luarca). Los dos cabos, de Vidio y Busto, le dan el término de “entrecabos”, aunque estos dos accidentes geográficos no delimitan el valle, sino que han sido tomados como emblema del territorio por su excelsa belleza, y por su indudable importancia. Es precisamente esta comarca del Valle Ese-Entrecabos, donde la densidad de población no llega a los treinta habitantes por kilómetro cuadrado, y su importancia turística es evidente. Desde la belleza insuperable de los dos puertos más conocidos (Cudillero y Luarca), pasando por las maravillosas playas que se encuentran a cada paso, espléndidos acantilados, localidades interiores de un atractivo innegable (San Martín de Luiña, Soto de Luiña, Tineo, Salas, Pola de Allande, Malleza, Trevías, Brieves, Arcallana, etc.); pueblos junto al mar (Oviñana, Novellana, Ballota, Cadavedo, etc.); brañas vaqueiras (pastos de verano que por lo común están en algún monte con agua y prado) como Brañaseca, La Rondiella, Gallinero, La Bordinga, Busfrío, Llendepín, etc.; una gastronomía variada y contundente, a la vez que deliciosa; todo ello conforma un perfecto combinado que hace disfrutar sobremanera al visitante.

Cudillero es la capital del Concejo y pasó a la historia de la literatura en la novela “José”, de Armando Palacio Valdés, quien, en su “Rodillero” describía sin lugar a dudas a Cudillero. Otra curiosidad de la villa es que aparece en la conocida película “volver a empezar”, de Garci, primer Oscar de nuestro cine.

Los habitantes de Cudillero reciben el nombre de pixuetos, proveniente con seguridad de las voces “pix” (pez) y “ueto” (actividad), y es que en sus casas se observa el ambiente marinero: redes, anzuelos, aparejos y largas cañas con las que se pesca la suculenta y exquisita merluza del pincho. De los balcones y ventanas cuelga el curadillo, pescado que se deja secar para que esté a punto de echar a la cazuela.

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La palabra Cudillero tiene su origen en “codo” o “codillo”, debido a la especial forma de la villa, de casitas dispuestas escalonadamente, a modo de anfiteatro, sobre el escarpado acantilado por el que labró su cauce el río Piñera, que discurriendo bajo la calle principal, desagua al indómito mar Cantábrico. Se mantienen notables exponentes de la casa pixueta tradicional, adaptada ésta a las necesidades de las familias marineras. Se trata de humildes viviendas, la mayor parte de ellas del siglo XIX, con dos plantas; la baja se reservaba a almacén para los útiles de pesca. Los corredores en Cudillero se encuentran en algunos edificios abiertos a los espacios principales; con frecuencia han sido transformados en cuerpos cerrados salientes, en un afán de aprovechar al máximo el poco espacio habitable.

Pero el concejo sorprende, además, al visitante con otras muestras arquitectónicas de carácter popular: paneras, hórreos, casas mariñanas de Oviñana (típicas en los pueblos del norte europeo), caserías, pequeñas capillas, palomares y buen número de pozos con lavaderos.

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Con aproximadamente 2000 habitantes, Cudillero invita a perderse por sus callejuelas y escalinatas que conectan todos los rincones de la villa, cuyo edificio más antiguo es la capilla del Humilladero, gótica del siglo XIII, aunque la que hoy se conserva es solo una parte de la capilla primitiva, que estuvo siempre ligada a las devociones de las familias marineras, también resulta interesante visitar el faro y, por supuesto, pasear por el puerto.

Pero si Cudillero de día es bonito, de noche, con una excelente iluminación, es de una gran belleza y es precisamente en los momentos en que la penumbra empieza a apoderarse del ambiente, y las amarillas luces artificiales de las farolas de la villa empiezan a metamorfosear su silueta, cuando más interesantes se hace el perderse por su complicado entramado de callejuelas, fuertemente empinadas en su gran mayoría, para descubrir a cada esquina un nuevo paisaje o espectacular vista; cuando nos encontremos en su parte más alta, prácticamente toda la parte superior de la villa se convierte en un estupendo mirador que nos deleitará con unas vistas espectaculares.

GASTRONOMÍA

Cuando la noche se nos hecha encima, es el momento de pensar en dar descanso a nuestras fatigadas piernas y fiesta a nuestro, a estas alturas, escandaloso estómago, algo que no supone ningún problema encontrándonos donde nos encontramos. En todo el concejo de Cudillero se come de forma excelente y en cualquier bar, mesón o restaurante se pueden degustar sabrosas sardinas de abaroque, merluza, pixín (rape), besugo a la espalda, bonito en rollo, calamares, bacalao y curadillo, el plato más típico de Cudillero, que se consume mucho en épocas de vigilia y que antaño era una reserva de las familias marineras para las invernadas, o sea, para la temporada en que, debido al mal tiempo, no podían salir a la mar. Precisamente, a Cudillero se le conoce (antes más que ahora) por la «Villa de Saín», por la gran cantidad de aceite de lija que se sacaba del hígado de las gatas (lijas), rayas, glayos, tocas y otras especies, a las que se les denomina curadillo. Se ponían los hígados colgados de un clavo al sol y en una vasija se recogía lo que iba destilando. Este aceite era el mejor, en crudo, y lo tomaban los niños y jóvenes débiles, y se vendía en farmacias. El resto se derretía al fuego en una sartén, empleándose para freír toda clase de pescados y para el alumbrado de candiles. El curadillo, plato culinario auténticamente gastronómico, era, por tanto, comida obligada antaño en Cudillero. Pero aunque el rey sea el pescado, no es el único plato que podremos degustar en esta villa, así, las fabes con almejas (variante de la fabada), la paella de marisco, el pote asturiano, las nécoras, la langosta, el bogavante, la ternera guisada, el cordero asado, el queso de cabrales o, por supuesto, sus postres, como el arroz con leche, las tartas de queso, de almendra, de chocolate, de manzana, los “suspiros” (galletas típicas de Cudillero)…

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En Cudillero se come bien en cualquier sitio, y la zona del puerto esta plagada de buenos restaurantes en los que, elijamos el que elijamos, podemos estar seguros de acertar, por lo que yo recomendaría pasar en la villa el mayor tiempo posible para tener oportunidad de visitar el mayor número de ellos, sin embargo, es de justicia recomendar las sardinas del restaurante El Remo, detrás de la lonja de pescado, pequeñas y exquisitas como nunca antes las había probado. Hallamos elegido esta opción o no, tras acabar una buena comida, una visita a la pastelería Raysa es más que una opción, casi una obligación, pero sepa el lector que no solo va a catar, sino que va a comprar para llevar a su hogar unos pasteles cuya calidad es muy difícil de superar.

Y si de gastronomía hablamos, estando en Cudillero no podemos olvidar bajo ningún concepto dos palabras: Manzana y sidra. Mas que palabras, dos conceptos que encierran en sí mismos tesoros de asturianía. La manzana de Asturias es el premio de la madre naturaleza a muchos siglos de desvelos de nuestros antepasados, y el fruto de su fermentación, la sidra, la mejor compañera en el camino de dar cuenta de los exquisitos platos asturianos, bien tirada, en vaso ancho, para que sea más amplia la superficie de evaporación de los productos volátiles e impresione más intensamente el sentido olfativo. La merluza a la sidra, besugo a la sidra, medallones de ternera a la sidra, chorizos a la sidra… saben bien de sus cualidades.

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Cudillero es una joya dentro de un joyero que se llama Asturias, y en el que los posibles destinos turísticos se cuentan por las poblaciones que tiene, por ello es de justicia citar cualquiera de ellas, mientras que resulta terriblemente injusto no citar a las demás, el espacio de este artículo sin embargo, y muy a mi pesar, no me permite extenderme tanto como quisiéra, por lo que puesto a elegir un par de paradas a lo largo de nuestra ruta de ida o vuelta, especialmente si se viene del centro, sur o este de la península, recomendaríamos visitar la bonita playa de Gijón y el puerto de Luanco, dos bocanadas de aire puro y fresco en nuestra búsqueda de fotogramas que grabar en nuestro cerebro, aunque otra buena opción es “perderse” y dejarse embriagar por una naturaleza que a cada paso nos sorprenderá más.

COMO IR

Viniendo por la carretera N-632, pasado Oviedo y Avilés, tomar dirección Ribadeo-Coruña, unos 20 Km. después se encuentra la primera entrada a Cudillero por el pueblo de El Pito. La segunda entrada se encuentra, sin entrar por El Pito, unos Km. después en Las Dueñas.

DONDE COMER

Como se dice en el texto, cualquier sitio es bueno para comer en Cudillero, por lo que el mejor sitio será, ese por el que pasemos justo en el momento de sentir hambre.

DONDE DORMIR

Hotel El Pescador. A 1500 Mts. De Cudillero por El Pito. Tel.985590937.

La Casona de Pío. En el centro de Cudillero. Tel.985591512.

Hotel Casona de La Paca. En El Pito. Tel.985591303.

Pensión Alver. En Cudillero. Tel.985590005.

Pensión El Camarote. En Cudillero. Tel.985591202.

 

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