Siempre Ruedas y Motor

La novena edición del Encuentro Ibérico Land Rover se celebró el pasado fin de semana 15 y 16 de septiembre en la madrileña localidad de Valdilecha.

Los Encuentros Ibéricos se celebran todos los años de manera alterna entre España y Portugal, en esta ocasión le había correspondido a nuestro país y la organización eligió un céntrico lugar para facilitar la asistencia de socios, tanto de nuestro país como del país vecino.

Alrededor de 200 coches de la marca inglesa dieron calor y color a Valdilecha durante todo el fin de semana, y tanto en la zona de acampada, lugar de reunión en muy diversos momentos del día, como en la Plaza de Toros, donde se montaron los hinchables para los más pequeños, en la piscina municipal, donde un buen número de asistentes aprovechó para sofocar los calores de las horas centrales de la jornada o en los bares y restaurantes del pueblo, el ambiente era el que a todos los aficionados al off road nos gustaría ver por todos los pueblos de nuestra geografía.

He dejado un importante lugar para el final, y este no fue otro que la cantera donde se había preparado el circuito, y lo he dejado para el final porque allí fue donde se vivieron algunos de los momentos más divertidos y excitantes del fin de semana.

En cuanto al circuito en sí, solo decir que era perfecto, ya que contaba con zonas de muy diversa dificultad, lo que permitía que cualquier aficionado encontrase una zona o un paso apropiados para su nivel de conducción y grado de preparación de su coche. Un circuito donde desde un balancín de madera, donde alguno lo pasó peor que mal, hasta subidas con distintos grados de inclinación o agarre, pasando por cruces de puentes y alguna entretenida poza donde “maquillar” el coche, no le faltaba de nada.

Durante la mañana del sábado, los chicos de Todox4 uno de los patrocinadores del evento, se ocupó de que nadie pasase sed, y al mediodía, la zona de su carpa y su remolque fue de las “zonas” más visitadas del circuito; más abajo, donde estaba la mayoría de la actividad, la organización también previó la instalación de una barra de bar, donde además de tomarte un refrigerio podías comerte un buen bocadillo para no tener que abandonar la “zona de juego” en ningún momento.

En cualquier caso, hacia el mediodía, la mayoría de asistentes regresaron a la zona de acampada para tomar un refrescante baño alguno, y para dar buena cuenta de las viandas que todos trajeron; parrillas, planchas y alguna monumental paella tomaron el protagonismo que merecían en el momento justo, y el hambre unido a la buena charla que estos momentos favorecen, permitían ver la cara de satisfacción de unos participantes que ya solo con la mañana del sábado llevaban un buen bagaje de satisfacciones.

Pero aún quedaba mucho por ver y vivir, y ya por la tarde, el circuito presentaba un aspecto aún mejor que el de por la mañana; muchos de los participantes que durante las primeras horas del día se habían ido a realizar alguna de las excursiones turísticas propuestas por la organización, por la tarde asistieron al circuito, bien para disfrutar de él, bien para contemplar las evoluciones de los compañeros que entre otras cosas iban a participar en el Ibérico Trophy o en algunas de las otras pruebas propuestas por la organización.

Una tarde que no terminó hasta que la noche le ganó la partida al día y que llevó de nuevo a todos los asistentes hacia Valdilecha, donde en la zona de acampada se había instalado una disco móvil, una barra de bar y donde se celebró la entrega de trofeos a los ganadores de las pruebas celebradas durante la jornada.

Dª María Piedad Belinchón, alcaldesa en funciones de Valdilecha saludó a los asistentes dándoles la bienvenida a la población, el equipo de voluntarios salió al escenario para recibir un caluroso aplauso del publico por su impecable labor durante toda la jornada; se agradeció, como no podía ser de otra forma la colaboración a los patrocinadores, que en esta ocasión además del ya citado Todox4, eran Polaris y Aventura GPS, que acudió con lo último de los prestigiosos GPS Lowrance. Momento especialmente emotivo fue el reconocimiento a Manuel Díaz, vicepresidente del Club que cumplía años esa misma jornada. Después, fiesta, música, buena charla y a dormir, que el domingo esperaba con más rutas, más circuito y, lo peor, el momento de las despedidas y el, en ocasiones largo, viaje de regreso.

Un nuevo éxito en el haber del Club Land Rover el que ha conseguido con este  Encuentro al que como únicas cosas negativas habría que apuntarle lo alejados que se encontraban los servicios de la zona de acampada y el no haber sabido llegar con más intensidad a los aficionados portugueses, cuya presencia fue muy escasa. Sin duda, la crisis sigue pasando factura en la economía de todos y dificulta mucho que todo el que lo desea, pueda coger su coche y participar en todos los eventos que le gustaría. Una lástima, porque haber asistido a este IX Encuentro Ibérico ha merecido la pena.

Etiquetas: 4x4, Encuentro Iberico 2013, Land Rover