Siempre Ruedas y Motor

Por quinto año consecutivo la fiesta del trial llegaba a la toledana población de Camarena, un trial que este año era más esperado que en años anteriores ya que, a diferencia que en los pasados, este año se han celebrado muchos menos triales por la zona centro.

Había novedades en el formato que este año la organización había preparado para la celebración de su trial, y a diferencia de años anteriores, en que el sábado por la noche se celebraba una prueba de extremos y el domingo el resto, en esta ocasión nos tenían preparada una larga jornada de sábado en la que se realizarían las zonas de todas las categorías para, ya de noche, realizar las especial nocturna.

Lo que no cambiaba, por suerte, era el buen ambiente que en este trial se respira y al color que ofrecían los más de 30 coches participantes, se unían un buen número de incondicionales al trial de la zona centro, bien participantes, como Juan Carlos Moraleda de Desguaces Los Santos, recién vuelto de su participación en la Xtreme Challenge andorrana y todavía convaleciente de la lesión que de allí se trajo; bien lo mismo participante que animador, como Jacar y su nueva Rumboneta, que está llenando de ritmo toda la zona centro; o bien habituales a todo lo que huela a 4×4 como los integrantes de Bitoma 4×4 y resto de amigos.

Algo que también cambiaba este año frente a los previos, era la dureza de las zonas, mucho más asequibles en esta ocasión, lo que provocó dos efectos inmediatamente, que las zonas fueran mucho más dinámicas y que tanto participantes como publico vivieran el trial de manera más amena; como  la prácticamente total ausencia de roturas, lo que en los momentos de crisis que estamos pasando no viene nada mal, y regresar a casa con el coche “entero” es muy de agradecer.

Lo anterior tuvo además, un “efecto secundario”, y es que permitió que se cumplieran los horarios, algo poco habitual en los triales de la zona centro y casi imposible en este de Camarena.

Como comentaba, casi a la hora establecida, se abrieron las puertas que daban acceso a las dos zonas que habrían de realizar los coches de serie y preparados, tanto los 14 de esta última categoría como los ocho de preparados pudieron superar las zonas en tiempo record y fue este (el tiempo), el que en ambas categorías decidió los escalones de los respectivos podios.

Tras estas zonas, se realizaría un alto para dar buena cuenta de la estupenda caldereta que la organización había preparado. Este parón se dilato en el tiempo más de lo debido, ya que por causas ajenas a la organización, una exhibición de coches del Campeonato de España de Rallys TT que iba a celebrarse no se pudo realizar, por lo que al final hubo tiempo extra para “hidratarse” en el bar de la organización, algo que nuca sobra estando en buena compañía como siempre se está en Camarena.

El caso es que cuando la noche le estaba ganando la partida al día, daban comienzo las dos primeras zonas preparadas para los coches de la categoría de extremos. Enormes zanjas y cruces de puente extremos hicieron trabajar en esta ocasión a los copilotos, para con la ayuda de algún implemento, finalmente superar, casi siempre, unos socavones que llevaban la expresión de asombro a las caras de los asistentes menos acostumbrados a las evoluciones de estos coches. Hablando de estos últimos, el público asistente, que por la mañana había sido quizás, menos numeroso que en otras ediciones, al inicio de las zonas más espectaculares, ya sin los calores del sol, abarrotaban todo el recorrido de las zonas devolviendo el color que la falta de sol intentaba, sin éxito, imponer.

Nueva parada, en esta ocasión para cenar y disfrutar de nuevos momentos de charla con los colegas, y se daba inicio a la dos últimas zonas de extremo, la típica especial nocturna que en años anteriores se celebraba el sábado por la noche.

En esta ocasión, los contenedores, bloques y tubos de hormigón sustituían a las zonas de tierra y como novedad, los equipos tenían que salir a la vez para, una vez superada una profunda zanja que tenían ante ellos, el primero elegiría el recorrido de inicio (había dos).

Con el público llenando todos los alrededores de las zonas, con una visibilidad estupenda de ellas, los coches se vieron en verdaderos apuros y tuvieron que sacar el máximo de sus recorridos de suspensión así como del tamaño de sus neumáticos, que ahora sí, en muchos casos, marcaron la diferencia.

Finalmente, y ya bien entrada la madrugada, concluía un jornada de más de 18 horas en las que gracias al esfuerzo de la organización, tanto participantes como público pudieron disfrutar de una intensa y entretenida jornada de Trial 4×4.

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