Ruta Trail. De Olivenza a Villanueva del Fresno (Badajoz). Olivenza es la cuestión
Escrito por Miguel A. Fernández el 26/02/2016 en Rutas y viajes
Las fronteras dan mucho juego, ya lo vimos con la ruta que realizamos por el Pirineo Leridano, y la que hoy traemos no se queda atrás. Quizás no tan exuberante en lo paisajístico como aquella (es realmente difícil superar lo que a la vista ofrecen los Pirineos), si desde luego, en la curiosa parte histórica que envuelve a Olivenza y “su cuestión”, donde comenzaremos nuestra ruta de hoy.
Dicen que “cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo”, y eso es lo que le debe pasar a la todopoderosa CIA que sigue convencida de que el pequeño municipio extremeño de Olivenza es una zona de conflicto internacional.
Así lo refleja la Agencia Central de Inteligencia estadounidense en su último “The World Factbook” (El libro de los hechos), una publicación anual que hace las veces de almanaque sobre los diferentes países, y en el que desde 2003
Olivenza, de apenas 12.000 habitantes, comparte la etiqueta de “Disputa Internacional” con puntos calientes del globo como los Altos del Golán, Cachemira o la Franja de Gaza.
Ahora española, ahora portuguesa
Olivenza está situado en el margen izquierdo del río Guadiana 24 km. al sur de Badajoz por la EX-107.
Su origen está ligado a la reconquista de Badajoz por el último rey de León, Alfonso IX, en la primavera del año 1230. Para recompensar la participación de los templarios, Alfonso IX les concedió los enclaves de Burguillos y Alconchel. Desde estos puntos, hacia el año 1256, la Orden creó la encomienda de Olivenza, por entonces apenas un conjunto de huertos, chozas y algunas casas surgidas alrededor de un generoso manantial.
Posteriormente, durante la regencia de María de Molina en el trono de Castilla, Dionisio I de Portugal firmó el Tratado de Alcañices de 1297, que fijó la frontera entre Castilla y Portugal y la soberanía de la ciudad, que pasó al rey portugués.
En 1510, el rey Manuel I impulsa una importante obra de ingeniería militar: un puente fortificado sobre el Guadiana para asegurar la operatividad de las tropas portuguesas en la margen izquierda, que permite comunicar Elvas y Olivenza. El Puente de Ajuda tenía 380 metros de longitud, cinco y medio de anchura, 19 arcos y una gran torre defensiva central de tres pisos.
Tras la época de paz de la Unión Ibérica (época de unión de las coronas de Portugal, Castilla y Aragón entre 1580 y 1640), Olivenza entra, con la Restauración de la Independencia de Portugal de 1640 en un nuevo ciclo bélico. Conquistada en 1657 por el Duque de San Germán (después de cuatro tentativas frustradas), fue devuelta a Portugal al firmarse el Tratado de Lisboa de 1668, por el que se reconoce formalmente la independencia de Portugal.
En 1801, y en el contexto de la alianza militar francoespañola surgida del primer Tratado de San Ildefonso, Olivenza fue conquistada por el ejército francoespañol durante la Guerra de las Naranjas y formalmente anexionada el 6 de junio de 1801 mediante el Tratado de Badajoz y el 29 de septiembre mediante el correspondiente tratado de Madrid. De acuerdo con estos tratados, Portugal se vio obligada a reconocer la posesión por España (Su Majestad Católica conservará en calidad de conquista, para unirla perpetuamente a sus dominios y vasallos, la plaza de Olivenza, su territorio y pueblos desde el Guadiana; de suerte que este río sea el límite de sus respectivos Reinos).
El 1 de mayo de 1808, el príncipe regente portugués Juan (posteriormente Juan VI) publica en Río de Janeiro, entonces capital de Portugal y de Brasil, un manifiesto en el que repudia el Tratado de Badajoz. Durante la Guerra de la Independencia, en 1811, Olivenza fue ocupada por contingentes lusobritánicos al mando de Lord Charles Beresford. Aunque los portugueses pretendían quedarse con la plaza, a requerimiento del General Castaños, Lord Wellington devolvió la ciudad a las autoridades españolas.
Terminada la guerra y vencido Napoleón se firmó el Tratado de París por el que los tratados firmados en Badajoz y en Madrid en 1801 y la Convención firmada en Lisboa en 1804, quedan anulados y sin ningún efecto, en lo que se refiere a Portugal y a Francia sin hacer referencia a los acuerdos firmados con España.
En 1815 se celebró el congreso de Viena y Portugal volvió a exigir la anulación del Tratado de Badajoz y la devolución de Olivenza. En 1821, Portugal ocupa la Provincia Oriental, actual Uruguay, desde Brasil. Este hecho provocó que se rompiesen las conversaciones sobre la devolución de Olivenza.
España exigió a Portugal la devolución de la Provincia Oriental para continuarlas, pero entonces Brasil se independizó impidiendo que se cumpliesen estos acuerdos.
Desde la muerte del Duque de Palmela en 1840, Portugal no ha vuelto a reclamar a España ni oficial ni extraoficialmente la entrega de Olivenza.
Cuando Portugal y España decidieron en 1864 la demarcación de su frontera común, al llegar a la desembocadura del río Caya en el Guadiana, la Comisión Mixta de Límites se vio obligada a interrumpir sus trabajos por la negativa portuguesa a reconocer la soberanía española en el territorio de Olivenza. Dichos trabajos se reanudarían en 1926, pero por debajo de Olivenza, a partir de la desembocadura del arroyo de Cuncos en el Guadiana.
Portugal y España han firmado mientras tanto diversos tratados y expresamente, en el artículo 2º del Tratado de Amistad y Cooperación de 1977, las partes contratantes “reafirman la inviolabilidad de sus fronteras comunes y la integridad de sus territorios”. Desde 1986, el proceso de integración en la Unión Europea a la que pertenecen ambos países ha relegado esta antigua disputa territorial a un ámbito menor en las relaciones bilaterales.
Finalmente, un nuevo hito en el proceso de cooperación entre España y Portugal fue alcanzado en marzo de 2008 y plasmado en la Declaración de Olivenza por la que ha quedado constituida la primera Euro-región ibérica que agrupa a varios municipios en el entorno de “A raya”, con una población de más de 260.000 habitantes y con el objeto de presentar proyectos conjuntos en la Unión Europea que ayuden en la obtención de fondos con los que desarrollar la economía y progreso de la zona.
A río revuelto, ganancia para el turismo
Aunque no hay datos oficiales, se calcula que desde la publicación de su “The World Factbook” de 2003 por la CIA, el turismo en Olivenza ha aumentado un 40%, y más allá de que haya sido debido a su azarosa historia, lo cierto es que la ciudad y sus alrededores tienen suficientes encantos, que bien justifican una visita.
Nosotros empezamos nuestro track en la entrada de la ciudad, pero en lugar de adentrarnos en ella, primero cogimos la EX-105 para visitar el ya citado Puente de Ayuda, de camino, además de pasar por la central termosolar Olivenza 1 con 50 megavatios de potencia inaugurada el pasado 2013, comprobamos como en sus proximidades se cultiva olivo, encina, vid y cereales.
Tras pasear por el puente viejo, pasamos, unos cientos de metros más al sur, al nuevo puente desde el que se puede apreciar en toda su grandeza la gran obra de ingeniería que, en su momento, tuvo que suponer este puente, a la vez que podemos apreciar una pequeña panorámica del que es el mayor embalse de Europa Occidental.
El embalse de Alqueva, inaugurado en 2002, tiene una longitud desde la presa hasta la cola del embalse de 83 km. Ocupa un área de 250 km², 33 de los cuales están en territorio de la provincia de Badajoz y llega a tener una profundidad máxima de más de 150 mts.
De vuelta a Olivenza, ahora si, nos introducimos por sus calles para descubrir una ciudad que por si sola merecería un largo fin de semana para disfrutar de sus calles y de cada uno de sus monumentos. Larga lista de monumentos que empezaría por recorrer cada uno de los 9 baluartes que en distinto estado de conservación aún existen; El Alcázar y la Torre del Homenaje, la Iglesia de Santa María Magdalena, la Ciudadela, el Palacio de los Duques de Cadaval, las cinco puertas de la ciudad….
Nosotros hicimos una visita a la Pastelería Casa Fuertes, donde se “construye” diariamente otro “monumento” digno de conocerse: La Técula Mécula”, una tarta con una larga y curiosa historia y que hará las delicias de los más golosos.
Tocamos tierra
Finalmente, y aunque nos hubiésemos quedado en Olivenza, comenzamos el primer tramo de tierra por una pista estrecha y bacheada que nos lleva dirección Oeste.
Tras unos dos Km. la pista mejora y permite un cómodo andar hasta que llegamos a San Benito de la Contienda. Es la pedanía oliventina de mayor tamaño, y paramos a hacer fotos de su Iglesia parroquial (año 1776), dedicada a San Benito Abad.
Seguimos dirección sur y nos damos cuenta de cómo en las dehesas, por las que transcurrirá buena parte de nuestra ruta, además del conocido cerdo, también se cría uno de los mejores vacunos de nuestro país, con Indicación Geográfica Protegida “Ternera de Extremadura”. Esperamos que esta explotación, que en tan solo 5 años a crecido un 373% no se termine convirtiendo en la causa principal de la destrucción de tan importante ecosistema.
La dehesa es un sistema inestable, ni es un bosque ni son pastos, sino que es un sistema mixto que es mantenido por el hombre. Si lo abandonas tiende a convertirse en bosque, y si la actuación sobre él es muy intensa, a perder los árboles y convertirse en pastos degradados. Hay que mantenerlo en un estado intermedio, y eso es lo más complicado que tiene.
Hace calor, el termómetro del coche marca continuamente 38º a pesar de ser ya media tarde. Sin duda, tanto por la facilidad de sus pistas, como por las temperaturas extremas que se alcanzan en los meses de verano, esta es una ruta para realizar en época invernal, cuando el barro hará acto de presencia aportando ese punto de diversión a la conducción y las temperaturas más bajas nos permitirán disfrutar más del paisaje.
Dominado por las sierras de las Puercas y la Cobana, se encuentra Alconchel, cuyo monumento más destacable, situado en el cerro de Miraflores, es el Castillo.
Por su situación fronteriza la fortaleza desarrolló importantes cometidos militares en las sucesivas campañas y enfrentamientos con el país vecino, sobre todo durante el siglo XVI, época en la que se acondicionaron sus defensas para poder disponer de artillería y demás armas pesadas.
Su visión es impresionante, tanto desde la falda del cerro, como desde los muchos puntos del municipio desde los que puede verse.
Tras salir de Alconchel, desde lo alto de un cerro volvemos la vista atrás y tenemos una nueva panorámica del municipio, su castillo y la planta de energía solar fotovoltaica “Sol de Alconchel”, inaugurada en septiembre del 2008 con una potencia instalada de 10 MW. Consta de 59.530 módulos solares y generará un ahorro de emisiones que se elevará hasta las 211.790 toneladas de CO2 en los 25 años de vida de la planta.
Traspasamos un paso canadiense, cruzamos la EX314 y continuamos por una pista, que transcurre entre cortijos de los que se entra y se sale continuamente. La ganadería es la actividad económica principal y destacan las dehesas de encinas y alcornoques para el engorde del ganado porcino.
Circulamos en dirección este por amplias y sencillas pistas que no suponen el más mínimo problema para el Subaru XV, fiel compañero de nuestra ruta de hoy y al que hemos de reconocerlo, ni le hemos “despeinado”, debido a las bajísimas dificultades que nos ha ofrecido este recorrido y que lo hace muy recomendable para los SUV con menor distancia libre al suelo y para los conductores que, queriendo disfrutar durante horas de la naturaleza con su coche, no quieren enfrentarse a pasos complicados o pistas difíciles.
Sin duda, estas mismas pistas, en invierno, tras varios días de lluvia, seguirán ofreciendo la misma facilidad en cuanto a altura libre al suelo, pero al convertirse en ciertos tramos en muy deslizantes, sacarán lo mejor de los modernos sistemas de tracción que ofrecen los SUV.
Llegamos a Cheles, cuyo primitivo asentamiento data del Neolítico, como lo atestiguan los numerosos petroglifos encontrados en las riberas del Guadiana y los vestigios romanos y visigodos de su pasado que, enclavados en los parajes de San Goldofre (antiguo emplazamiento del pueblo), hoy yacen bajos las aguas de la represa de Alqueva.
Lo que si perdura en el municipio es el Fuero del Baylío. Frente al conocido régimen económico conyugal de gananciales, en el que junto al patrimonio común o ganancial hay patrimonios privativos de uno y otro cónyuge, el denominado Fuero del Baylío hace referencia a un régimen económico matrimonial de comunidad absoluta, universal o, como también se llama, de hermandad en el que, en principio, todos los bienes (muebles e inmuebles), adquiridos mediante cualquier título (oneroso o gratuito), por los cónyuges antes o después de celebrado el matrimonio se hacen comunes, de ambos esposos.
Muy gráficamente decía el torero Lagartijo, cuando enviudó y su suegro le reclamaba, como gananciales, la mitad de lo obtenido durante el matrimonio como lidiador de toros: “No sabía que yo desde el ruedo y mi suegro desde el tendido toreábamos al alimón”.
Tras fotografiar la Iglesia parroquial dedicada a La Purísima Concepción;
La Ermita del Santo Cristo de la Paz y el edificio del Ayuntamiento, remodelado sobre 1962, aprovechamos para repostar en su pequeña gasolinera y seguimos por entre pastos y dehesas hacia nuestro destino final Villanueva del Fresno, no sin antes hacer un “quiebro” para pasar por la presa del Embalse de Cuncos, construida sobre el cauce del arroyo del mismo nombre en 1985.
Utilizado para el riego, en el embalse de Cuncos hay dos observatorios de aves construidos por el Ayuntamiento de Villanueva del Fresno, los cuales nos permitirán ver garcetas, garzas reales, somormujos lavancos, ansares comunes, patos cuchara, cercetas, cigüeñuelas…Tras la puesta de sol, llegarán las grullas a éste pantano para pasar la noche. Evidentemente, muchas de estas aves, esteparias y zancudas nos ofrecen su visita en el periodo diciembre-enero, un motivo más para realizar la ruta que hoy nos ocupa en esa época del año.
Finalmente saldremos a la carretera EX-107 que, cogiéndola a la izquierda nos llevará hasta Villanueva del Fresno, punto y final de nuestra ruta y donde visitaremos alguno de sus más destacados monumentos como la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, construida en 1668 tras concertar las paces con el reino de Portugal, tras la destrucción de la antigua como consecuencia del asedio en 1643; la Ermita del Cristo de la Expiración o el Ayuntamiento.
No era ni pronto ni tarde, hora perfecta para probar unas perrunillas (tipo de dulce de repostería tradicional), y unos prestines, también conocidos como pestiños, mientras hacíamos balance de las 4 horas y 80 Km. de ruta que habíamos realizado.
Una sencilla ruta, cargada, eso si, de historia, permitirá disfrutar de las aptitudes de nuestro SUV por tranquilas pistas, a la vez que descubrimos como la “ida de olla” de la CIA, por una vez, en vez de problemas, a traído turismo.
Viejas historias, paisajes impresionantes, unir destacados monumentos… las rutas que os vamos ofreciendo cada mes están basadas en muy diferentes cuestiones. La “cuestión” de Olivenza ha sido la elegida para este mes. Que la disfrutéis.
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” En 1821, Portugal ocupa la Provincia Oriental, actual Uruguay, desde Brasil. Este hecho provocó que se rompiesen las conversaciones sobre la devolución de Olivenza.
España exigió a Portugal la devolución de la Provincia Oriental para continuarlas, pero entonces Brasil se independizó impidiendo que se cumpliesen estos acuerdos.”
No está correcto. Portugal ocupo el Uruguay en 1816/1817 y alli se quedo hasta la indepedencia del Brasil.
Lo que paso es que en 1821 el General Lecor decidio anexar el Uruguay en el Brasil unilateralmente, sin que fuese aprobado por el Rey de Portugal. Pero la verdad es que una anexacion oficial nunca ha ocorrido.
Las negociaciones que pasaran entre Portugal y Espanha fueron siempre solo sobre el Uruguay, fueran entre 1817 y 1820, hasta el Golpe de Riego, en Cadiz. Espanha nunca considero hablar de Olivenza mientras la confererencia de Paris. Siempre remitio la cuestion para despues. Es decir, no ha cumplido el Tratado de Viena, que declaro el tratado de Badajoz nulo.
Olivenza es “de jure” portuguesa.