Siempre Ruedas y Motor

Largo Recorrido

Sin duda, el Jeep Cherokee ha sido, y sigue siendo, una de las más populares bases de preparación 4×4 de las que hay en el mercado.

Un motor potente y fiable, una equipación y terminación interior de las mejores de su categoría y un precio de adquisición razonable, hacen de él, un perfecto lienzo sobre el que “pintar” el coche que deseamos.

Estas características son las que llevaron a Ricardo Villajos, el propietario de la unidad que hoy probamos, a adquirir y preparar su Cherokee, características a las que él añade las de una estética a la vez agradable y agresiva y la facilidad de preparación, al haber en el mercado un sinfín de productos diseñados específicamente para este modelo que permiten dejarlo al gusto de cada propietario.

La unidad que hoy probamos, es una versión Sport de julio del 92, se corresponde con la segunda generación del Cherokee (código de fabricación XJ) vendida desde el año 1984 (en España de 1985 a 2001). A diferencia de la primera generación (código de fabricación SJ) que fue puesta a la venta en 1974 y su chasis era de largueros, esta incorpora una carrocería monocasco. Bajo el capó esconde el popular motor 6 en línea de 4.0 litros en su versión 242 CID I6 MPI (High Output), con 195 CV a 4600 rpm y un par de 319 Nm a 3950 rpm.

La caja de cambios es la Aisin-Warner AW-4 4-velocidades automática y la transfer la NP231 “Command-Trac” con una reducción de 2.72:1 (2.61:1 en las versiones anteriores a 1987), el eje delantero es un Dana 30 y el trasero un Dana 35.

La intención de Ricardo para con este Cherokee era la de participar en triales, hacer rutas y, todo ello, intentando que el coche siguiese manteniendo la compostura a la hora de circular por carretera. Por lo que en primer lugar lo que se buscó es conseguir unos largos recorridos de suspensión utilizando para ello, productos de calidad que a la par que dieran altura al coche, para participar en los triales, le permitieran desenvolverse con comodidad y seguridad en las rutas y salidas con los amigos a la vez de, como ya hemos dicho, permitirle circular por carretera a ritmos de 100-120 Km./h. con un buen comportamiento, -“ Eso si, si te sobra el dinero para gasolina” Nos dice Ricardo.

Buscando altura

Puesto en contacto con Alfonso y Nacho, de Mas4x4, y explicándole sus deseos, lo primero que se hizo fue instalarle un Kit Rubicón Express de 4´5 pulgadas, kit que lleva incluido la modificación del soporte de la barra panhard, barra panhard con rotulas de chromolly, tacos superiores de 4 cm. en los muelles delanteros, además de añadirle en la parte trasera unas gemelas extensibles tipo revolver. A lo anterior se le añadió un amortiguador de dirección Teraflex y se montaron barras de dirección reforzadas. Es de destacar que la estabilizadora es desconectable, lo que le permite ganar en recorrido cuando está trialeando a la vez que mantener la estabilidad si la conectamos para circular por carretera.

Para reducir el ángulo de la transmisión trasera, alargándola y eliminar las vibraciones, se monto un Slip Yoke Eliminator y se montaron silenblock de poliuretano Superpro en todos los lugares donde fue posible para mejorar el trabajo de la parte ciclo.

El contacto con el suelo y la buena tracción se aseguraron a través de unos BF Goodrich Mud Terrain en medidas 255/85×16, montados sobre unas llantas de acero 8×16 con Staun Beadlock, un sistema antidesllantamiento que consiste en instalar una cámara “staun beadlock” dentro el neumático, que ejerce presión entre la llanta y el neumático haciendo el desllantamiento mucho más difícil.

Para poder tirar del desarrollo que el diámetro de las nuevas ruedas traía aparejado, se instalaron unos grupos cortos 4.56:1 (4.10:1 originalmente), que devolvieron al coche su brío original. Finalmente se instaló un snorkel Airflow para garantizar la integridad del motor durante la participación en los triales, y se instaló un cabrestante de 9500 Lbs. sobre un parachoques artesanal como ayuda para salir de los peores embrollos. Para asegurar el flujo de energía eléctrica cuando este es utilizado, se cambió la batería original por una Optima Red Top.

Exteriormente se pintó todo el coche de verde militar, lo que le da un aspecto aún más rudo y se tintaron las lunas, para ganar en intimidad durante las rutas y seguridad ante la posible rotura de alguna de ellas. La antena de la emisora montada en el capó delantero es, además de lo anterior, lo único que destaca exteriormente.

Largo recorrido

Como se puede ver en las fotos, la altura libre conseguida con la preparación es realmente elevada, y más aún para un coche que va a seguir circulando por la vía pública, por lo que lo primero que hice fue llevármelo a la zona donde pruebo el cruce de puentes de los 4×4, previamente y para llegar, hay que pasar por dos largas y empinadas subidas en las que el motor mostró su habitual buen hacer, con un precioso sonido a la vez que empujaba con energía al más mínimo requerimiento del pedal derecho.

Al llegar, “ataqué” la zona como lo hago habitualmente, algo que solo sirvió para que el Cherokee estirara sus suspensiones, descolgando sus dos ejes rígidos pero sin llegar a separar las ruedas ni un centímetro del suelo, por lo que tuve que ir a buscar, ya con más “mala leche”, una postura que me permitiera verle con las ruedas en el aire, algo que me mostró como su recorrido de suspensión le permite descolgar tanto las ruedas delanteras como las traseras hasta, prácticamente alinear la parte superior de los neumáticos con la línea de la carrocería. También, al ver semejante recorrido en el eje delantero, se me escapó alguna que otra lágrima en honor de los prácticamente desaparecidos ejes rígidos delanteros que tan buenas prestaciones dan a la hora de superar obstáculos, snif, snif. Como último detalle diré que durante la sesión de fotos, la barra estabilizadora estaba conectada…

Circulando por pistas rotas, la suspensión se lo come todo sin rechistar y solo yendo realmente rápido a la hora de tomar curvas en pistas de tierra, se aprecia un razonable balanceo de la carrocería, provocado por sus largos recorridos de suspensión. Una vez más, el empuje del motor es a la vez noble y consistente ofreciendo un gran control del vehículo a través del acelerador que nos permite alargar las derrapadas hasta donde queramos, y ello en un coche cuyas mayores virtudes se aprecian en las zonas trialeras, y que le llevaron a ganar el último Trial de Camarena (Toledo), en la categoría de hasta 33”.

Si exceptuamos la glotonería de estos motores, pocos coches son los que nos pueden ofrecer tanto por tan poco, ya que en alrededor de 3000 € se pueden conseguir unidades en buen estado sobre las que, igual que Ricardo, construir el todo terreno que mejor se adapte a nuestras necesidades.

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