Siempre Ruedas y Motor

La historia de este municipio enclavado en la comarca de Las Villuercas, está ligada desde el siglo XIV, fecha en que aparecen las primeras noticias escritas sobre él, al Santuario de Ntra. Sra. De Guadalupe.

La Puebla de Guadalupe, que es como correctamente se llama este pequeño pueblo, es, a pesar de su tamaño, el indiscutible centro de la comarca, gracias sobre todo, a la ubicación dentro de La Puebla, del Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe que ya en el siglo XIII tuvo un primitivo precedente con la construcción de una ermita, realizada en conmemoración del hallazgo de la imagen románica de la virgen por el pastor Gil Cordero.

Este pastor de Cáceres, encontró junto al río Guadalupe, una imagen de la virgen que unos clérigos de Sevilla probablemente habían escondido allí, cuando huían en el 714 de la invasión árabe. Del río recibió el nombre y junto al lugar, levantó el pastor una ermita en la que colocó la efigie. Hacia 1330 Alfonso XI, rey de Castilla y León, visitó la ermita, encontrándola ruinosa y pequeña, por lo que mando edificar otra, que en 1336 estuvo terminada. En 1337 el rey en real provisión, señala términos territoriales al santuario, y tras la victoria en la batalla del Salado, volvió a Guadalupe en 1340, momento en que mando ensanchar y ennoblecer el templo con edificios adyacentes y creó un priorato secular bajo su real patronato. En 1347 existe otro documento que ya menciona el nombre de “Puebla del dicho lugar de Santa María de Guadalupe”, reconociendo el lugar como de realengo, y un par de años después concedería el rey al Prior del Santuario “El Señorío de La Puebla”, titulo en vigor hasta 1820.

En 1368, el rey Pedro I concedió a la Puebla feria franca durante 20 días, en 1389, el santuario es encomendado a los Padres Jerónimos para su custodia, estando al cargo del mismo hasta 1835, momento en que tras pasar varias décadas sin la custodia de orden religiosa alguna, periodo en el que se fue dando una progresiva ruina del edificio, paso en 1908 al cuidado de los Franciscanos, que en las siguientes décadas realizarían una loable labor de rehabilitación que dio como fruto el que este Monasterio haya sido declarado en 1993 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Antes, en 1955, el santuario fue elevado a los honores de Basílica por el Papa Pío XII y honrado por el Papa Juan Pablo II con su visita en 1982.

El Monasterio es el museo de los museos, no solo por los innumerables ejemplos de miniaturas, bordados, obras pictóricas, relicarios y orfebrería, que se pueden contemplar dentro de sus muros, sino porque dentro de él, también se pueden distinguir diversos estilos arquitectónicos, que pasan por el mudéjar, con un hermoso templete o el claustro, de los siglos XIV y XV respectivamente, o las torres de San Gregorio o de Las Campanas, obras estas del siglo XIV. El gótico tiene su mejor expresión en el propio templo, del XV, la reja del presbiterio es de estilo gotico-renacentista y, el estilo clasicista se puede observar en el magnífico retablo mayor. La sacristía fue construida en el siglo XVII, y en ella se conservan ocho obras de Zurbarán.

Pero aunque de manera destacada, el Monasterio no es el único atractivo que la Puebla ofrece al visitante, y así, entre sus otros atractivos cabe destacar la actual Hospedería del Real Monasterio, de principios del siglo XVI, el Hospital de San Juan Bautista y Colegio de Infantes o de Gramática, edificios situados a escasos metros del Monasterio y de la plaza principal de Guadalupe, que en la actualidad albergan el Parador de Turismo, en los que se puede apreciar un claustro Mudéjar y, la propia arquitectura popular de La Puebla, modelo de construcción medieval en las que prima la construcción de la casa sobre la calle, que da como resultado lo angosto de sus calles e irregular de sus plazas, mostrando un final original y atractivo.

También en sus alrededores, a muy pocos kilómetros de Guadalupe está situada la Ermita del Humilladero, donde Cervantes oró cuando vino a depositar sus cadenas de excautivo a los pies de la Virgen. Construida a principios del siglo XV probablemente con la intención de que los peregrinos que se acercaban a Guadalupe pudieran realizar una oración en este lugar dedicado a la Santa Cruz, este templete de estilo mudéjar y planta cuadrada, está construido con ladrillo aplantillado, siendo sus cuatro frentes iguales y con abundante decoración gótica y tanto desde él, como desde un cercano mirador, se obtienen unas magnificas vistas del Monasterio con todo el pueblo alrededor.

Pero además de lo anterior, y las visitas a las Ermitas de San Blas y Santa Catalina, también en los alrededores de Guadalupe, una visita a La Puebla comienza mucho antes de llegar a ella, cuando abandonamos la N-V.

Aparte de lo que llamaríamos camino recto, especialmente si venimos de la capital Cáceres, que sería desviarnos a Zorita-Logrosán-Cañamero-Guadalupe, siguiendo una comarcal cómoda, lo ideal es dar un rodeo para poder disfrutar de los paisajes y las reviradas carreteras que nos ofrece la Comarca de las Villuercas, por lo que en esta ocasión, hemos realizado un recorrido “circular” con salida y llegada en Talavera de La Reina, que comenzó cogiendo la anteriormente mencionada N-V hasta la salida 171 dirigiéndonos entonces hasta Peraleda de la Mata por la CC 120.

La TGB 250 X-Motion que hemos elegido para la ocasión me sorprende muy gratamente al ver como en la autopista y a pesar de ir dos personas, mantiene cómodamente cruceros por encima de los 125-130 de marcador, lo que permitía ir adelantando a todos los camiones, autocares y turismos más lentos y, lo que es más importante, poder circular con la suficiente comodidad para no “estorbar” en autovía.

Tras salir de Peraleda, cogemos la EX118 que nos llevará al Embalse de Valdecañas, donde nada más pasar el puente sobre sus aguas se encuentra un Templo Romano declarado Monumento Histórico Artístico en 1931, estos restos pertenecientes a la antigua Augustobriga (Talavera la Vieja), fueron trasladados a este lugar antes de que las aguas del Pantano de Valdecañas inundaran su primitivo emplazamiento. Tras pasa Bohonal de Ibor, Castañar de Ibor con su Iglesia Parroquial de San Benito, la famosa Gruta de la Cruz o las piscinas naturales del río Ibor será nuestra siguiente parada según vamos en dirección a Navalvillar de Ibor, situado sobre el mismo río Ibor y en una de las laderas de la sierra de Las Villuercas, donde además de poder adquirir sus famosos quesos y bordados de Lagartera, podremos apreciar la arquitectura popular de sus caseríos.

A estas alturas, los problemas cotidianos, la tensión y el stress han desaparecido de nuestra cabeza, la multitud de curvas de las que venimos disfrutando, con todo tipo de radios, buen asfalto, bonitos paisajes y poco tráfico, nos han puesto la sonrisa en la cara, algo a lo que también colabora el soleado día del que vamos disfrutando. Además, aprovechamos para repostar pensando que el marcador de la moto estaba roto, habíamos salido el día anterior de Madrid hasta Arenas de San Pedro, de Arenas bajamos a Talavera de la Reina, y de Talavera nos habíamos plantado en Navalmoral de Ibor. Total: 327 Kms. y entraron hasta el borde del incomodo tapón 11,5 ltr. lo que da una media de 4 litros justos a los 100 km. todos ellos en 2 plazas y con la mitad del recorrido en autovía (prácticamente a tope). Reconozco que a partir de este repostaje empecé a mirar con mucho más cariño a la bonita TGB, que además, había mantenido el tipo en todo tipo de curvas a pesar de mis excesos en algún momento y a la que lo único que puedo reprochar es su excesivamente seca suspensión trasera. Sin duda, volveré a realizar alguna ruta más con ella, con su autonomía y capacidad de carga (bajo el siento entran dos integrales y más cosas), se convierte en toda una pequeña gran rutera.

Nuestra llegada a Guadalupe, parando antes para contemplar la ya mencionada Ermita del Humilladero, será una continuación de lo anterior, con una estupenda colección de paisajes y carretera de curvas.

En Guadalupe, además de las visitas mencionadas al principio de este artículo, no podemos dejar de comer, ya que una estupenda gastronomía en la que los platos a base de cordero y cabrito, el ajo blanco, el venado, las migas, la morcilla de la Puebla, las roscas de muérgado, los almendrados y un largo etc. de exquisiteces darán alegría a nuestro paladar.

La vuelta a Talavera la realizaremos saliendo de Guadalupe por la EX-102, una carretera “con más curvas que una cuerda en el bolsillo”, de recientísimo asfaltado (en algunos tramos todavía faltaban algunas líneas), que nos llevará hasta el Puerto de San Vicente, donde enlazaremos con la CM 411 hasta la Nava de Ricomalillo y allí la N 502 que pasando por Belvis de la Jara y Alcaudete de la Jara nos llevará finalmente hasta Talavera.

Carreteras de curvas para disfrutar de la conducción, paisajes serranos, pueblos con encanto y estupenda gastronomía es lo que encontraremos a lo largo del recorrido que nos lleve y nos traiga a Guadalupe, una visita y un recorrido, que sin duda nos regalaran con una jornada inolvidable.

DONDE COMER

ALFONSO XI. Alfonso XI, 21. Tel.927154184

ALTAMIRA II. La Cruz, 4. Tel.927367493

CEREZO. Gregorio López, 20. Tel.927367379

EXTREMADURA. Gregorio López, 18. Tel.927367351

REAL MONASTERIO. Plaza Juan Carlos I, s/n. Tel.927367000

DONDE DORMIR

PARADOR ZURBARAN. Marques de la Romana, 12. Tel.927367075

REAL MONASTERIO. Plaza Juan Carlos I, s/n. Tel.927367000

HISPANIDAD. Avda. Conde de Barcelona, 1. Tel. 927154210

ALFONSO XI. Alfonso XI, 21. Tel.927154184

POLKY. Alfonso X, 26. Tel.927367057

DATOS DE INTERES

AYUNTAMIENTO. Tel.927367006 – 7325

CENTRO DE SALUD. Tel.927367217

OFICINA DE INFORMACION Y TURISMO. Tel. 927154128

REAL MONASTERIO. Horario: Todo el año de 9.30 a 13.00 y de 15.30 a 18.30

FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DE GUADALUPE. El 8 de Septiembre

TOROS. Penúltima semana de agosto

ROMERIAS. 3 de febrero, San Blas. 3 de mayo, La Cruz.

DONDE NO COMER

MESON EXTREMEÑO. Plaza de Santa María de Guadalupe, 3

La comida riquísima, pero el servicio tercermundista, barriobajero, lento y maleducado. Aparte de engañarme con la mesa y servir extremadamente lento a pesar de estar la mitad de las mesas vacías, en lo que yo comí vi a los clientes de tres mesas salir discutiendo con los camareros y recibir contestaciones despectivas de estos. Lugar nada recomendable, especialmente porque se puede comer igual de bien en cualquiera de los otros mesones y restaurantes de la Puebla.

Etiquetas: rutas, TGB 250 X-Motion, turismo, viajes