Prueba Polaris Ranger 400 y Ranger 700 XP
Escrito por Miguel A. Fernández el 22/02/2012 en Pruebas 4x4
¡DIVERSION!
A medio camino entre el quad y el todo terreno, estos Ranger de Polaris están preparados para ofrecer un sinfín de satisfacciones a sus propietarios, tanto en el trabajo como en el ocio.
La serie Ranger de Polaris nació en 1997, y desde entonces, diferentes modelos han ido aumentando y mejorando una gama, que cuenta desde el pequeño Ranger 400 al nuevo 800 XP, pasando por los Sportman 500 H.O. o el pequeño deportivo RZR 170, sin olvidarnos del EV, movido por un motor eléctrico.
Hoy, probamos los que, probablemente sean los dos modelos más representativos de la gama, el Ranger 400 por ser “la puerta de entrada” en la gama de estos mixtos, aptos tanto para el trabajo como para el ocio, y el 700 XP, recientemente sustituido por el 800 XP y que satisfará las demandas de los usuarios más exigentes.
RANGER 400
Hubiese sido injusto empezar a probar el hermano mayor para después pasar al menos potente, por lo que comencé esta prueba por el Ranger 400, que viene equipado con el monocilíndrico 4T de 455cc que entrega, en origen, casi 30CV de potencia, más que suficiente para mover a sus dos ocupantes a más de 80 Km./h.
A diferencia del resto de la gama Ranger, este a visto reducidas sus cotas, siendo este 400 un poco más corto y estrecho que los demás, algo que no se aprecia a simple vista salvo por el hecho de que está preparado para albergar solo dos personas, y no tres como sus hermanos mayores. También la capacidad de carga se reduce fruto de una caja más pequeña, que sin embargo, sigue manteniendo el sistema basculante y la puerta trasera del resto de la gama. La distancia al suelo también se ha visto reducida en 2.5 cm. sin embargo en la practica y sobre la marcha esto es inapreciable debido a que su menor distancia entre ejes y anchura consiguen que su capacidad de sortear obstáculos no se vea en absoluto limitada.
En marcha, desde el principio notamos que todo “esta en su sitio”, comparado con el resto de la gama, y enseguida nos damos cuenta de que sus aptitudes para el ocio están a la altura de lo mejor de esto vehículos, circulando en largas, tenemos potencia más que suficiente para transitar por todo tipo de pistas y afrontar fuertes subidas aunque vayamos dos personas y algo de carga sin ningún tipo de problema. A la hora de afrontar pasos lentos, o arrancar en fuertes subidas, especialmente si vamos cargados, su reductora se ocupa de que en ningún momento nos falte potencia, dando la sensación de suficiencia en cualquier circunstancia a la que le sometamos.
Trialeando se muestra perfectamente estable, permitiendo inclinaciones importantes de la caja con total seguridad, notando como único punto negativo el corto recorrido de su suspensión delantera, tipo McPherson, que provoca que estemos casi todo el tiempo con una rueda en el aire, algo que sin embargo, prácticamente no le afecta a la hora de traccionar, al disponer como el resto de la gama de los habituales sistemas de tracción 4×4 permanente, 4×4 con diferencial trasero libre (para realizar los giros en menos espacio), y 4×2.
Como en el resto de la gama, el sistema de transmisión automática aporta su parte positiva y negativa. En la positiva tenemos la comodidad de no tenernos que ocupar más que del gas a la hora de afrontar cualquier obstáculo y la tranquilidad de que no se nos va a calar en ninguna circunstancia; en la parte negativa, se presenta el habitual y comprometido comportamiento cuando afrontamos el descenso de una fuerte bajada, especialmente si el terreno es resbaladizo y por lo tanto, poco recomendable realizarla tan solo utilizando el pedal del freno. En esas circunstancias en que el freno motor es un imprescindible aliado, el embrague automático nos deja “con el culo al aire” al desconectar la transmisión y dejar que el vehículo descienda sin ningún tipo de retención, debiendo desarrollar la técnica de ir frenando con el pie izquierdo a la vez que damos un poco de gas con el derecho, para mantener la transmisión engranada y que ofrezca un poco de retención, siendo este 400 especialmente sensible a este efecto al tener una reductora no demasiado corta (aunque si suficiente, como ya hemos dicho, para encarar cualquier subida u obstáculo), que aún, con la técnica citada, no retiene demasiado.
Algo de agradecer, en este “pequeño” 400, es que como en el resto de la gama viene provisto del popular sistema de fijación de accesorios de Polaris “Lock and Ride”, que permite instalar de la forma más rápida y cómoda la extensa gama de accesorios de la que dispone la marca.
Una excelente relación calidad/precio, unido a unas prestaciones que en absoluto desentonan con los modelos más potentes de la gama, son las armas más destacadas de este Ranger 400 que sin duda, no defraudará a nadie tanto si el uso que le va a dar esta destinado al trabajo en fincas rurales, con la posibilidad de transportar cargas de más de 200 Kg. y tirar de un remolque; como a aquellos que lo adquieran como un “juguete” con el que divertirse los fines de semana, pasear por todo tipo de pistas y realizar rutas 4×4 estando en un continuo contacto con la naturaleza.
RANGER 700 XP
El que hasta ahora ha sido el más grande de la gama, ha sido y sigue siendo un “aparato” de mucho cuidado, con unas capacidades tanto de carga como de circulación off road más que destacables.
El 700 XP monta el mismo motor bicilíndrico que el conocido Sportsman 700 Twin EFI de inyección electrónica. Con una velocidad punta que puede alcanzar los 80 km/h. y una entrega de potencia realmente destacable.
Algunas de las particularidades de este 700 son su freno delantero de doble pinza que mejora la frenada en un 30% para tener una respuesta más rápida y de más control, con o sin carga, o el velocímetro multifuncional con indicador analógico de velocidad, indicador digital de consumible, odómetro, tacómetro, reloj e indicadores de transmisión.
El volante regulable en inclinación, favorece tanto el manejo según sea el tipo de terreno y circunstancias de la circulación, como el que personas de distinta talla tengan una mejor ergonomía de uso.
Sin duda la inyección electrónica se deja notar, y la suavidad de funcionamiento y respuesta saltan a la vista desde el primer momento en que te pones a sus mandos. Si ya la sensación de potencia y capacidad eran destacables en el 400, en este 700 siempre tienes la sensación de ir sobrado, e incluso en las subidas más pronunciadas, esas en las que la capacidad o incapacidad para poder coronarlas está en la capacidad de traccionar del vehículo, se hace innecesario el engranar la reductora, solo por una cuestión de conservación del embrague, que en estas circunstancias, como no podía ser de otra manera, patina más de la cuenta para poder arrancar y empezar a impulsarnos hacia delante, se hace aconsejable pasar a la marcha corta, que, en este modelo es realmente corta y preparada para subir paredes verticales si ello fuese posible. Con ella engranada, la velocidad máxima del vehículo supera por poco los 10 Km./h. y está pensada exclusivamente para arrancadas en cuesta a tope de carga (casi 1000 Kg.) y/o arrastrando un remolque cargado, circunstancia extrema con la que el Ranger 700 XP bregará con total naturalidad. Estas situaciones o la de pasos que se quieran realizar a una velocidad extremadamente lenta son las únicas en las que tendremos necesidad de engranar la reductora, además claro está, en los fuertes descensos, en los que ahora sí (usando la técnica de frenar y acelerar a la vez) su altísima reducción conseguirá frenar y controlar de una manera eficaz los descensos en superficies resbaladizas.
El aplomo en pistas rápidas está fuera de toda duda y permite circular por todo tipo de caminos con sensación de control y seguridad y a la hora de tener que tomar inclinaciones laterales elevadas, su bajo centro de gravedad le permite llegar a situaciones más allá de donde el sentido común te pueda llevar.
La versatilidad de los UTV y su capacidad de carga les han permitido prestar un gran servicio en trabajos de apoyo a la agricultura, ganadería u otras actividades laborales, y también dentro del sector ocio en deportes como la caza. La posibilidad de portar hasta seis pasajeros en algunos modelos y su gran capacidad de carga y arrastre, en un vehículo ligero con un tamaño reducido, han sido sus mejores bazas para cubrir un espacio dónde un ATV no puede prestar ese servicio y el todo terreno clásico puede resultar demasiado grande. Polaris, con estos dos modelos que probamos hoy (y el resto de su gama), nos muestra el porqué estos vehículos están teniendo cada día más éxito. Unos precios cada vez más ajustados, unas prestaciones más que destacables y una facilidad de uso y manejo apta para cualquiera, son sus más destacadas armas.
Etiquetas: Polaris, Polaris Ranger, Ranger 400, Ranger 700XP, UTV
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