GS Days 2012

Escrito por Miguel A. Fernández el 20/06/2012 en Rutas, KDDs y Concentraciones

Grandes Sensaciones

Un año más, los propietarios de cualquier modelo GS de la marca bávara pudieron disfrutar de un fin de semana especialmente preparado para ellos, sus motos y todo el mundo que les rodea.

Los GS Days están compuestos básicamente por dos eventos bien diferenciados, el Desafío GS y la Escuela GS.

El primero de ellos, el Desafío GS, es una variada y divertida competición, que lleva a sus participantes a tener que superar hasta nueve pruebas diferentes en las que tienen que demostrar habilidades, trabajo en equipo, sangre fría, liderazgo, capacidad de conducción, y un largo etc. de destrezas, para, a base de ir sumando puntos, poder llegar a ser uno de los tres vencedores (hay tres categorías, 650, 800 y boxer). Con la particularidad de que los vencedores de este año, representarán a España en el GS Trophy 2012, un trofeo bianual que este año se celebrará en America del Sur durante el mes de noviembre y que reunirá alrededor de 50 pilotos de diferentes países.

La moto que utilizarán será una BMW F 800 GS. Sin embargo, cubriendo una ruta de 2.000 kilómetros, algunas de las pruebas especiales también se llevarán a cabo en una G 650 GS sertao o una GS Boxer.

Por 95 € que costaba la inscripción, los participante en el Desafío GS de esta edición de los GS Days tenían derecho, además de a participar en las pruebas, a la zona habilitada para acampada, las comidas de sábado y domingo y agua y fruta a lo largo de todo el fin de semana a pie de pista.

Por otra parte, el otro principal evento que se celebra durante los GS Days es la Escuela GS, una especie de master intensivo, apto para cualquier nivel de conducción y, de nuevo, para cualquier modelo de GS, en el que, empezando desde cero, los propietarios de estas motos pueden llegar a conocer, en un escenario perfecto para ello, con total seguridad y asistidos constantemente por expertos monitores (el dakariano José María García entre otros), hasta donde pueden llegar sus motos y, por supuesto, ellos mismos.

En este caso, el precio de inscripción era de 250 €, que incluía monitores a jornada completa, alojamiento en hotel de tres estrellas, todas las comidas (desde la cena del viernes hasta la comida del domingo), certificado del curso, agua y fruta.

El circuito off road de Segurilla (Toledo), se demostró una vez más, como el lugar ideal para realizar este tipo de actividades, no solo para los participantes, sino también para los acompañantes y aficionados en general que quisieron ver el transcurrir de todas las pruebas.

Por una parte, las zonas de la Escuela y del Desafío estaban juntas y en algunos casos eran compartidas, por lo que la cercanía a cualquier lugar en el que estuviese sucediendo algo era máxima. Por otra, la variedad de las zonas preparadas tanto para unos como para otros no dejaba cabo suelto, y así, desde zonas de arena, subidas, bajadas, circuito de enduro, trialeras, agua, barro, zonas artificiales y un largo etc. de situaciones, permitieron tanto a los alumnos de la Escuela, como a los participantes en el Desafío poner a prueba sus capacidades y las de sus motos.

Tampoco hay que dejar de lado la cercanía del bar restaurante del circuito, desde cuya terraza, se podía seguir buena parte de las actividades y también, la “concentración” de aficionados, que a lomos de sus motos se acercaron bien el sábado, bien el domingo, a disfrutar del espectáculo de enduro que allí se ofrecía.

Pasear de un lado a otro del circuito, te permitía compartir momentos de charla con unos y otros, “mezclar” la contemplación de los más hábiles y rápidos pilotos del Desafío GS, con los titubeantes comienzos de muchos de los alumnos de la Escuela GS, que nunca habían pisado tierra con sus motos y, lo que es mejor, comprobar como a lo largo del fin de semana su habilidad y su soltura encima de la moto se multiplicaba por momentos. Ver como caída tras caída, en un medio controlado y con profesores siempre “encima” de los alumnos, se pierde el miedo a afrontar una zona, que en principio pudiera parecer imposible para uno. Disfrutar del trabajo en equipo que los participantes en el Desafío GS también tenían que realizar y como, en muchas ocasiones, el interés individual dejaba paso al “todos a una” como una piña, para trasladar a un “herido” en medio del campo o para sujetar o levantar la moto de un compañero en medio de cualquier trialera…

La verdad es que hay que verlo, vivirlo y entonces, te pasará como a todos los que allí nos dimos cita, que regresamos a nuestros lugares de residencia llevando con nosotros Grandes Sensaciones.