Siempre Ruedas y Motor

Tras semanas de preparación, algunos de los 40 equipos participantes en esta octava edición de la Panafrica, se dieron cita en el hotel La Perla de Andalucía, de Motril, otros, lo harían al día siguiente en el mismo puerto andaluz, donde embarcarían con destino a Melilla para empezar, cada uno, su apasionante aventura.

La travesía sirvió para que la organización pudiera realizar las verificaciones administrativas a todos los participantes, que tras llegar alrededor de las tres y media de la tarde, se dirigieron hacia la frontera marroquí para realizar el tramo de enlace que les llevaría hasta Guercif, donde se realizarían las verificaciones técnicas y se pasaría la primera noche en territorio alauí.

Ya antes de empezar, algunos participantes tuvieron que solventar los primeros problemas mecánicos, y un quad llegaba eslingado a Guercif con el embrague roto, un buggy tenía que cambiar la correa de transmisión…

El recorrido de la primera etapa daría comienzo tras el briefing ofrecido por el organizador de la prueba, Philip Ligué, y debía de llevar a todos los participantes hasta Erfoud, concretamente hasta el Hotel Chergui, que se convertiría en el cuartel general de toda la caravana durante seis días, ya que en esta edición, salvo la primera y sexta etapa, todas se realizarían en forma de bucle, con salida y llegada en el Chergui.

Hasta 15 horas de conducción tuvieron que soportar participantes y organización para completar una etapa que con una media de 500 Km. de recorrido, tenía más del 90 por ciento de pista, que en buena parte pasaba por un cada vez más roto Plateau de Rekkam y que además de pistas de todo tipo, lentas trialeras y algunas carreteras con todo tipo de asfalto, también ofreció a los participantes una pequeña sesión de dunas que les permitió realizar un primer contacto con el blando elemento.`

Pocos llegaron en hora, apenas una decena de participantes, como era de esperar el ganador de anteriores panafricas con su KTM, Fernando Jordá llegó a recortar la distancia recomendada hasta dejarlo en 478 Km., el primer vehículo de 4 ruedas fue el UTV Polaris RZR de Fernando Sánchez Tapia participante en quad el pasado año y el primer quad Jesús Cobo, del Team Dunas ATV avisando de sus intenciones en esta Panafrica. En buggys a pesar de ganar la etapa Rui Cabaco con su PGO, de cerca había que mirar a Raúl Mora con su Tomcar y otros participantes que estaban cerca de sus marcas. Aun así la mayoría necesito ayuda mecánica al final de una etapa que paso factura a casi todos.

El lunes 10 se celebraría la segunda etapa, que llevaría a los participantes a pasar por Erfoud, Rissani, Taouz, las dunas de Ouzina o Ramlia, entre otros lugares.

Era esta etapa a priori más asequible que la anterior, al tener menos kilómetros, pero el calor, con temperaturas que rondaron (y en ciertos puntos superaron), los 45 grados, hicieron sufrir tanto a las mecánicas como a los participantes.

Finalmente, la moto de trial de Xicu Ferrer ganador del año pasado se impondría en la etapa. En Quad de nuevo Jesús Cobo seria el piloto más destacado máxime con las abundantes averías que afectaron a muchos participantes de esta especialidad. En Buggys Rui Cabaco con solo 353 Km. de etapa se colocaba 100 Km. por delante de Raúl Mora y su TomCar. En UTV Juan Navarro hacía el mejor recorrido con 340 Km., mientras que todos los coches, tanto de serie como preparados, realizaban un recorrido calcado con 440 Km.

El martes 11 “no terminaría”, ya que tras la etapa prevista pera ese día, la del día siguiente sería nocturna, dándose la salida a las 00,01 del miércoles 12, no dejando tiempo de recuperación a los participantes. Ambas, tanto la diurna como la nocturna, serían idénticas, y discurrirían por la conocida zona cercana a Erfoud de los monumentos, esas construcciones que el artista y arquitecto alemán Hannsjorg Voth construyó en 2003 en “medio de la nada” y que reciben los nombres de Espiral Dorada (“Goldene Espirale”), la Escalera del Cielo (“Himmelstreppe”) y la Ciudad de Orión (“Stadt des Orion”).

La clave de la jornada era realizar un buen track durante el día para, por la noche, y con poca visibilidad poder repetirlo con seguridad y el menor riesgo posible de quedarse enganchado en sus pequeñas, pero continuas y traicioneras dunas.

Los alrededor de 100 Km. con los que contaba esta etapa parecían pocos comparados con las precedentes, sin embargo, por las características de la orografía, esta sería una etapa a realizar casi por completo fuera de pista, para intentar defender o mejorar puestos en la clasificación, no olvidemos que la Panáfrica se basa en realizar el recorrido más corto posible.

Tras más de 24 horas, desde que el martes a las ocho de la mañana se diera la salida a la etapa diurna, el miércoles a las 10 de la mañana, llegaban los últimos participantes a la meta tras realizar la nocturna, agotados, con los ojos enrojecidos, pero satisfechos de haber podido completar la doble etapa y contentos porque, ahora si, el resto del día era libre y se podría descansar.

La etapa diurna se completo en apenas 4 horas por el incombustible Fernando Jordá, que haciendo gala de su indudable experiencia y técnica termino en un tiempo excelente para disponer de mas tiempo para el descanso el resto del día, cuestión fundamental, y avanzaba a su llegada que la noche seria mucho mas dura…por la noche el mismo recorrido le costaría 5 horas y media, a Xicu Ferrer que lo completaría el primero le costo unas 5 horas… pero también hubo equipos que tardaron mas de 7 horas en completarla de día… y de noche mas de 10 horas.

Entre los coches, los únicos en completar la doble etapa serian los Toyota de Sahara Raids pilotados por Jon Rodríguez y David Alburna, que trabajaron muy bien su estrategia de cara a la noche.

Los UTV mas adaptados a las características de la etapa tendrían menos problemas para completar las dos vueltas, aun así, el RZR pilotado por Juan Navarro no veía una grieta en plena trialera, y caía en ella, sin ninguna consecuencia ni física ni mecánica, un pequeño vuelco que les obligó a activar su baliza Spot para pedir ayuda a la organización en plena noche para salir del atolladero.

En buggys la estrategia fue conjunta, con poco que ganar y mucho que perder realizaron la etapa agrupados ayudándose, demostrando que la competitividad no esta reñida con el compañerismo.

La etapa 4 estaba prevista como la “especial dunas”, y debía llevar a los participantes a atravesar el Erg Chebbi, sin embargo y tras dar comienzo la etapa, tan solo un par de horas después, la organización se vio obligada a suspenderla tras recibir seis avisos de seis balizas Spot, entre ellas la del médico de la expedición, Armando Martínez, conocido como “Armand”, que lamentablemente fallecía horas más tarde.

Una etapa que no revestía especial dificultad, provocaba dos vuelcos de buggys, una rotura de eje en un UTV, dos caídas de motos con una clavícula rota y otra posible, y la ya mencionada del ATV de Armand, todo ello en 30 escasos minutos. Media hora negra, que requirió de todo el esfuerzo y profesionalidad del personal de la organización para atender a los participantes dejando, evidentemente, el lado deportivo en un segundo plano y, suspendiendo, como decimos, la etapa por motivos de seguridad, algo que absolutamente todos los pilotos comprendieron inmediatamente.

Pocos ánimos había, tanto entre los participantes como en el personal de organización, a la hora de dar la salida a la etapa 5, pues el mazazo del día anterior estaba totalmente presente en las mentes de todos. Sin embargo, y precisamente como homenaje a nuestro amigo, toda la caravana estaba lista a las ocho de la mañana para tomar la salida en la que sería la última etapa puntuable de esta edición. La noche anterior, tras decidir continuar, la organización activó un servicio de seguridad adicional que diera cobertura a José Antonio, el otro médico de la organización y acortó la etapa, que finalmente discurriría por el triangulo que forman las poblaciones de Erfoud, Ramlia y Merzouga. Una etapa que con alrededor de 200 Km. de recorrido y solo tres puntos de paso obligatorios, obligaba a los participantes a agudizar el ingenio para obtener la mejor posición en la clasificación.

Entre los 210 Km. del que finalmente sería ganador scratch de la Panáfrica, Fernando Jordá con su moto de enduro y los 266 de algunos participantes, se “movió” una etapa que mostraba la dificultad que ofrecía para encontrar el camino bueno entre el laberinto de montañas, hammadas y chots, en una etapa que, por otra parte y al haber ampliado el horario para realizarla, permitió completarla con mayor tranquilidad.

Al realizarse neutralizada la etapa 6, que de nuevo volvía a unir las poblaciones de Erfoud y Guercif, la clasificación final resultaba como sigue:

Flamante vencedor de la Panafrica 2012, Fernando Jordá, secundado en la categoría de motos por el incombustible Xicu Ferrer que no tuvo su mejor día y por José Mateos que ocupaba el tercer escalón del podio.

En 4×4 Preparados, Jon Rodríguez y Aleix Farssac a los mandos de su Toyota, completarían la Panafrica en primera posición, seguidos por sus compañeros de equipo David Alburna y Albert Farssac (Toyota HDJ80), terminando en tercera posición Cándido Ayala y Javier Franco con su Nissan Terrano.

En 4×4 de Serie, el equipo de Masia Pelarda conformado por Vicente Soria y Juan José Ferrer, con un veterano Range Rover eran los ganadores, a pesar de que sus labores eran las de asistencia de dos buggys de la prueba. En segundo lugar quedaron Teodoro Domínguez y su Land Rover Defender

Entre los buggys, este año la victoria ha sido para Rui Cabaco y Juan José Llido, a lomos de un PGO, seguidos por el incombustible Raúl Mora y su Tomcar, ocupando el tercer escalón del podio Josep Puyol, también con Tomcar.

Finalmente, en la cada vez más animada categoría de UTV, José Sánchez ha demostrado que en cuatro ruedas se puede estar muy cerca de los recorridos de moto, ganando la categoría con un Polaris RZR, seguido en el podio por Juan Navarro y su hijo Marc, que a pesar de problemas mecánicos y algún pequeño incidente se adelantaban a Javier Morcillo, que completaba el podio.

18 motos, 8 quad, 8 buggies y UTV y 6 coches han recorrido una edición de la Panáfrica que ha sabido plantear a sus participantes nuevos retos, como el “etapón” totalmente dakariano de la primera jornada, una etapa nocturna con comienzo a las doce de la noche y una infinidad de paisajes diferentes, teniendo al final de cada larga etapa, las comodidades que ofrece un hotel como el Chergui.

Una aventura diseñada para todo aquel que sienta la necesidad de dar alas a sus deseos de libertad y de descubrir nuevos horizontes, apta además, para cualquier tipo de vehículo todo terreno, una fórmula, que la convierte en única y que la ha de hacer cada día más grande.

Etiquetas: Marruecos, Panafrica 2012, Raid, rallys