Siempre Ruedas y Motor

De poco valieron las plegarias a la Virgen del Pilar cuando el viernes por la tarde, los nubarrones, cada vez más negros, se apoderaron del cielo de Los Monegros y empezaron a descargar agua.

Primero poco a poco, pero “el diluvio” comenzaría al anochecer y ya no pararía hasta pasadas 36 horas, ya bien entrada la mañana del domingo.

El sábado por la mañana, cayendo agua a mansalva, los valientes expositores que decidieron acudir a esta cuarta edición de Monegros TT, aguantaban el tipo como podían y, olvidado el intento de vender algo, concentraban esfuerzos en evitar que el material se estropease, Guaja Aventuras, Elefant Camper, NSA 4×4, Masía Pelarda, Europarts 4×4… Fueron empresas que supieron estar a las duras, apoyando un evento que lo merecía.

Y lo mismo pensaron los participantes, que en un número superior a los 100 coches y las 250 personas, no quisieron dejar que esta edición de Monegros TT pasase sin pena ni gloria, y doy fe de que lo lograron.

De esta manera, el “tute” que José Manuel Morón y su grupo de colaboradores se habían dado las semanas, los días previos, bien mereció la pena, y ahora sí, hasta la Virgen del Pilar pareció reconocer el esfuerzo de unos y la afición de otros, regalándonos una mañana de domingo que dejó a todos los presentes con la sonrisa en la cara.

El sábado, la organización hizo lo que pudo… y más, pero la zona de series era un patatal en el que las ruedas de 35 pulgadas sucumbían sin remedio hasta tocar con sus ejes en el suelo, las pozas de las zonas de preparados eran aptas para la navegación, las preciosas pistas que nos habrían de llevar por alguna de las cinco rutas previstas estaban peligrosas o impracticables en algunos tramos, por lo que la organización decidió suspenderlas cuando ya no tuvo más remedio…

Y sin embargo, ante este aparente desolador panorama, la prueba siguió adelante con paso firme, los participantes dieron la talla y demostraron que lo de “pedir barro” no es solo una frase de barra de bar, y que cuando les dan “dos platos” saben bien que hacer con ellos, de esta forma algunos valientes se atrevieron con la zona de series, y pudieron poner en práctica todas sus destrezas a la hora de sacar un coche tras otro del barro; algunos, los más madrugadores, se atrevieron a realizar alguna parte de las rutas; casi treinta participantes se atrevieron con el Geocaching impartido por José María Gías y patrocinado por Sin Fronteras Challenge; otros, recibían un curso básico de orientación en el Pabellón Municipal de Mozota; algunos, esperaban con una cerveza en la mano en el bar del circuito, montado por Santiago, del Bar Mozota y la vista puesta en el cielo a ver si escampaba, entre risa y risa y buena charla, eso sí; los acampados en tiendas, fueron “mudados” al Pabellón de Mozota para garantizarles un sueño, al menos, seco…

La presentación de la Sin Fronteras Challenge a cargo de Néstor Tallada y del Eco Desafío por Lucas Cruz, que el sábado se acercó al circuito aún teniendo que correr al día siguiente el Rally de Jiloca, amenizaron la jornada de todos los que allí estaban, y por supuesto, los bares y restaurantes de la comarca se ocuparon de dar calma a los estómagos de muchos participantes en una jornada, que “pedía” el calor de un restaurante y buena charla en una larga sobremesa.

Como decía anteriormente, el domingo, a pesar de amanecer igual que el sábado, “jarreando” agua, poco a poco fue dando tregua, y el chaparrón fue dejando paso a la lluvia, esta al “chispeado” y finalmente, hacia el mediodía, el sol consiguió que nos sobrase cualquier prenda de abrigo.

Una mañana ideal para celebrar, como así se hizo, el trial de preparados, en el que el aficionado y nutrido grupo de espectadores, vio recompensada su presencia con la exhibición que dieron todos los participantes en unas zonas para coches MUY preparados. Planchas, eslingas, cabrestantes… tuvieron que ser usadas por todos ellos en un recorrido que hizo olvidar las “penurias” pasadas la jornada anterior.

A “en punto”, esa hora a la que hay que ir a comer y se va, aunque haya que dejar una zona del trial sin hacer, todos los inscritos se dirigieron al Pabellón de Mozota, donde además de dar alegría a los estómagos, se celebró la entrega de trofeos y el posterior sorteo de regalos, en el que, gracias de nuevo a los patrocinadores, hubo para prácticamente todos los asistentes.

Esta era la primera vez que asistía a Monegros TT, y desde luego, no será la última, pues es una reunión que es capaz de juntar todos esos ingredientes que consiguen que los aficionados al 4×4 disfrutemos de verdad, buenas rutas, buen circuito, buen programa, buenas actividades y lo mejor de todo, la pasión y el esfuerzo de una organización que, cuando todo lo demás quiere fallar, es capaz de tirar adelante y sacar lo mejor de su prueba, de los participantes y de si mismos para conseguir el éxito, el que a pesar de las inclemencias, han conseguido una vez más. ¡Enhorabuena!.

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