Pingüinos en la niebla
Escrito por Miguel A. Fernández el 23/01/2015 en Rutas, KDDs y Concentraciones
Tras la suspensión de la que debería haber sido la 34 edición de Pingüinos, yo tenía claro que habría muchas opiniones y diferentes formas de actuar entre el colectivo motorista.
Desde luego también, lo que tenía claro es que durante el fin de semana de Pingüinos, en Valladolid iban a “pasar cosas”. Por supuesto que no tenía ni idea de qué, pero la curiosidad que provoca el cóctel periodista-motorista me hizo decidir que ese fin de semana había que estar por allí.
Algunos contactos me habían hecho llegar la información de que iba a haber diferentes actividades, por lo que el viernes al mediodía, ya me encontraba dando vueltas por un “circuito” cuyas curvas se llamaban Puente Duero, Valladolid, Cistérniga, Mojados, Pinar de Antequera…
Como si del Jarama o de Jerez se tratase, a base de darle vueltas y pasar continuamente por cada una de las “curvas”, me fui “aprendiendo” el circuito, lo que traducido quiere decir, que fui recabando cada vez más información de boca de motoristas de todo tipo y condición, de hosteleros, tenderos y “civiles” que nada tienen que ver con el mundo de la moto.
Una mala película…
El guión de lo que ha sido esta película, tiene como actores protagonistas a Ecologistas en Acción e Izquierda Unida, por una parte; al Ayuntamiento de Valladolid, con su alcalde Francisco Javier León de la Riva (del PP), a la cabeza, por otra; y al Club Turismoto, organizador de Pingüinos por último. Como actores secundarios, en el reparto aparecen las asociaciones de hosteleros, hoteleros, comerciantes y el PSOE. Espectadores de excepción: todo el colectivo motorista.
Un reparto de tal nivel, da como para hacer una auténtica súper producción, como así ha sucedido años anteriores, sin embargo, el endiosamiento de los actores principales y su umbocentrismo (la incapacidad para ver más allá de su propio ombligo), y la dejadez de los actores secundarios, que no han movido un dedo para que la película fuese buena, han dado como resultado una película de serie B (de bajo presupuesto, con pretensiones de espectacularidad y temática fantástica). Has acertado, los espectadores (que somos los que les pagamos “la juerga” a unos y otros), nos hemos “comido” un bodrio que para nada nos merecíamos.
…por culpa de actores muy, pero que muy malos
Pocos, muy pocos calificativos cariñosos he oído a lo largo del fin de semana para ninguno de los “actores”; de los otros calificativos, de los que salen de la indefensión, la incomprensión y el cabreo si he oído unos cuantos, y aunque aquí voy a reproducir alguno de ellos, podéis estar seguros de que distan mucho de ser los más duros que he escuchado el pasado fin de semana.
“Tonto es el que hace tonterías”, decía la madre de Forrest Gump, y esto, tontos y tonterías, es lo más bonito que he oído decir de Ecologistas en Acción e Izquierda Unida al respecto de la denuncia y empecinamiento que han demostrado contra la concentración de Pingüinos. Una denuncia, recordemos, totalmente legal, ya que la protección de la que goza el Pinar de Antequera, lugar al que llegó Pingüinos en 2009 durante su 28 edición, impide la acampada y la realización de hogueras. Aquel año, el alcalde, durante la entrega de los Pingüinos de Oro (uno de ellos para el Ayuntamiento de Valladolid), se ocupo de decir que Pingüinos se quedaría en Valladolid…
Umbocentrismo decía anteriormente, y esto es lo que Ecologistas en Acción e IU han demostrado, al no tener en cuenta el daño que le estaban haciendo a toda la comarca al impedir, con la suspensión de la concentración, que los más de cuatro millones de € que cada fin de semana de Pingüinos se quedaban en la zona, este año no se quedasen. Este es un dato tan importante para la economía local, que implica el exigir a un político que más allá de poder tener razón en sus planteamientos, aporte soluciones viables para, además de “proteger” el Pinar (en este caso), no dañar los intereses del grueso de sus convecinos, a los que los “denunciantes”, y a los hechos me remito, se han pasado por el forro en su fundamentalista defensa de los pimpollos de pino.
Y si en el Pinar de Antequera no se puede acampar ni hacer hogueras (una protección otorgada por el mismo alcalde que ahora gobierna), ¿Quién a dado los permisos para hacerlo?, ¿Cómo se han podido celebrar seis ediciones de Pingüinos?, y la mejor de todas, si se sabía que el año pasado iba a ser la última edición ¿Como se ha podido llegar al momento en que se tenía que celebrar Pingüinos 2015 sin los terrenos necesarios con todas las garantías legales?.
Pues en esta ocasión, a donde hay que mirar es en dirección al Ayuntamiento de Valladolid, que como en el caso anterior, no han dejado de mirarse el ombligo y de cuyo alcalde lo más bonito que he oído es “bocachanclas”.
Primero haciendo lo que les dio la gana, concediendo unas licencias que no debían haber concedido y, finalmente, manteniendo un inútil pulso hasta demasiado tarde en lugar de haber buscado una alternativa legal y válida.
Si tan interesados estaban-están en que Pingüinos se celebre en su término municipal, deberían de haber buscado los terrenos, aportado las infraestructuras necesarias, negociado con la oposición y, en definitiva, haber aportado las soluciones necesarias para que esa fiesta, esa concentración, ese aporte de dinero, le siguiera llegando a los que les han permitido llegar al poder: los vecinos de Valladolid.
Porque, ¿Alguien me puede decir quién (aquí el adjetivo que más te guste), se acerca a Valladolid un fin de semana de enero después de las navidades?. Efectivamente, ni los vallisoletanos, que no salen de sus casas ya sea por el frío, el cansancio o la falta de presupuesto, justo lo contrario de lo que aporta la concentración: calor, energía y dinero.
Queda un actor principal del reparto, y este no es otro que el Club Turismoto, del que más allá de las habituales críticas que en España reciben todos los que triunfan, las cuales vengo oyendo desde siempre, en la cuestión concreta que hoy nos ocupa, tampoco sale muy bien parado. Desde algún “culpables” sin paliativos, posiblemente basados en cierta falta de información, hasta los “que se bajen del burro”, “deberían de haber hecho algo más” y un largo etc. los organizadores de Pingüinos no aprueban, ni de lejos, el examen de los motoristas.
Y es que ellos, sabían tan bien como el Ayuntamiento, que la actual zona de acampada “se acababa”, por lo que deberían de haber “exigido” del consistorio un lugar, unas licencias y unos permisos, para la concentración de 2015, antes de que terminase la del 2014. Teniendo ofertas como tienen de media España para organizar la concentración en diferentes lugares, y teniendo la experiencia previa de haberse llevado la concentración de un lugar a otro, no tendrían que haber confiado en que al final las cosas, como siempre, se terminarían arreglando.
Una vez más, el saberse grandes e importantes; el de nuevo, quedarse mirando su propio ombligo; el pensar que lo importante de su concentración les colocaba por encima del bien y del mal, les ha vuelto torpes, no han tenido la previsión que cabe exigirle al organizador de tan gran evento. Lo del amor por Valladolid y por ello, quererlo hacer allí, suena muy bonito… pero poco práctico. Hace más de medio año que deberían haber anunciado (con permisos en la mano), la nueva ubicación de Pingüinos, fuese Valladolid o no, y no lo hicieron.
El resto del reparto no se libra
En Torrente 2, Gabino Diego, que tenía un papel secundario, es el pilar principal de la película, con una actuación magistral; por desgracia, en nuestra película de “Pingüinos en la niebla”, no ocurre lo mismo, y los actores secundarios nos muestran porqué tienen todas las papeletas para seguir siendo solo eso: Secundarios.
Tanto las asociaciones de hosteleros, hoteleros o comerciantes, como el PSOE no han estado a la altura, no han dado la talla. Los primeros en lo social, pues los que son los principales beneficiarios del dinero que ese fin de semana se queda en Valladolid, no han movido un dedo en pro de la concentración, no han realizado ni un escuálido comunicado manifestando su apoyo a que Pingüinos se celebrase.
La falta de la concentración, que en años anteriores generó que se ocupasen más de 7000 plazas hoteleras, ha provocado que el pasado fin de semana no se llegase al 45% de ocupación, según datos del propio presidente de la Asociación de Hoteles de Valladolid, Francisco Javier de Frutos, quién a mediados de diciembre y a pesar de conocerse ya la suspensión de la concentración se mostraba poco preocupado esperando que se llegasen a alcanzar el 75% de ocupación gracias a los grupos de motoristas que de manera independiente esperaba que se acercasen a la capital.
El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Valladolid, Jaime Fernández, a pesar de reconocer el varapalo que suponía la suspensión de la concentración oficial, también esperaba que la asistencia extra oficial de moteros les trajera cierto alivio en estos tiempos de crisis. Como era de esperar, el fin de semana, por la capital no se vio ni una moto…ahora que no se quejen.
Y si los anteriores no han estado a la altura en lo social, el PSOE tampoco lo ha estado en lo político, porque más allá de que a última hora quisieran poner paños calientes a su nula actuación, pidiendo al ayuntamiento que en el caso de llegar motoristas no se les desatendiese y se les tratase con hospitalidad, lo cierto es que un partido que quiere optar al gobierno de la ciudad, en casos de interés común como es este, debe dejar de lado sus diferencias con el actual gobierno y “arrimar el hombro” en un caso en el que los más perjudicados iban a ser (como así ha sido), sus conciudadanos, a los que pretenden gobernar… ¿o es que acaso el PSOE también está en contra de que Pingüinos se celebre en Valladolid?. Estaría bien que respondiesen a esto.
Victoria pírrica
Pirro, rey de Épiro, considerado como uno de los mejores generales de su época y uno de los grandes rivales de la república romana durante su expansión, ganó muchas batallas, pero quizás, una de las más conocidas fue la Batalla de Ásculo (279 a.C.), un enfrentamiento entre las legiones romanas mandadas por el cónsul Publio Decio Mus y el rey griego.
En ella, los romanos perdieron 6.000 hombres y Pirro, 3.500 incluidos muchos de sus oficiales. Esta victoria griega, con tan escaso margen y grandes pérdidas, llevó a la creación del término victoria pírrica, para referirse a una victoria que se consigue con un gran coste humano. Pirro, en un momento posterior a la batalla, dijo: “Otra victoria como esta y estaremos acabados”.
Pues esto, una victoria pírrica, es la que se pueden apuntar Ecologistas en Acción e IU, el resto, nos podemos apuntar una derrota en toda regla, pues nadie ha salido victorioso del sinsentido que se ha vivido el pasado fin de semana en el que sin duda, todos hemos perdido.
Los motoristas de a pie, los más perjudicados, en su gran mayoría se han quedado en casa, pero fueron muchos los que se negaron a esto, y sin contar los numerosos grupos que acudieron a otro tipo de concentraciones y reuniones, alrededor de 2000 moteros se movieron por la provincia de Valladolid durante el fin de semana.
Reuniones particulares
Sois muchos los que tenéis reservada la fecha de Pingüinos para realizar el viaje, juntaros con vuestros amigos, empezar el año motero, por eso, era inevitable que, a pesar de la suspensión, las motos circulasen por la provincia de Valladolid. “Yo tengo cogida esta semana de mis vacaciones para esto”, “El único fin de semana que me deja libre mi mujer, no lo iba a desperdiciar”, “porque llevo X años viniendo y este no iba a fallar”, “como protesta por la suspensión”… el abanico de respuestas que obtuve a la pregunta ¿Por qué has venido? fue de lo más amplio, como lo fue el abanico de soluciones que unos y otros eligieron para pasar “moteramente”, el fin de semana de Pingüinos, aún sin Pingüinos.
Puente Duero no fue una fiesta, pero los tres bares de la avenida principal tuvieron movimiento a lo largo de todo el fin de semana, el provocado por varios grupos de moteros que alquilaron casas y habitaciones en el pueblo, y el que de manera más intermitente generaban los que se acercaron al pinar para curiosear y ver que es lo que había, un pinar muy vigilado por la policía al que se podía acceder sin problema pero en el que no se podía ni acampar ni hacer hogueras. En el, algunos comieron y todos se hicieron fotos ante un escenario atípico y vacío del espectacular ambiente que lucía otros años.
Los miembros de Moto Rock con su “Desafío 15”, que a lomos de 20 Derbi Variant cumplían con su viaje Santander – Valladolid en ciclomotor se reunieron con sus amigos del Moto Club Cistérniga Roadster, en cuya sede, estos tenían organizada una comida de hermandad en la que nos reunimos alrededor de 70 personas y lo pasamos estupendamente.
En esta comida, pudimos hablar de auténticos viajes con el Búfalo KTM o con Víctor Rider; tuvimos tiempo para que se nos pusieran los pelos como escarpias y “nos entrase un mota de polvo en el ojo”, escuchando cantar a Panin Solarana la canción “Viento del Norte”, un emocionante tema cántabro; asistimos a la entrega de trofeos del Desafío, que en este edición fue para Javi “el bujías” y Pedro Raba, Capitán de Ruta del Desafío, quienes además de los diplomas, se llevaron cada uno medio calzoncillo del Rockie del Desafío, Raúl Minando (el rockie realiza el viaje sin calzoncillos…), pudimos ver llegar, también desde Cantabria a Verónica San Miguel, Presidenta de la Peña “Moveros Moteros” a quién fotografié junto al centímetro de hielo que traía acumulado en el retrovisor de su moto… no hubo Pingüinos, pero si había auténtic@s moter@s.
En el Pinar de Antequera, en el Restaurante El Cortijo, se realizaba el concierto de Heaven or Hell, un grupo de rock formado por jóvenes moteros hijos también de moteros músicos, que consiguieron que la tarde del sábado volara.
Si bien la mayoría de motoristas con los que hablé eran de la provincia, no faltaron aficionados llegados de toda España, como los más de 40 miembros del Club Yamaha Royal Venture que se juntaron para comer, con gente llegada de toda España, algunos de ellos de puntos tan lejanos como Almería o Barcelona.
En el Hotel Restaurante El Pinarillo, se podía ver cenar a dos belgas, ya de cierta edad, llegados desde Bruselas, cenando, entre tristes y sorprendidos al encontrarse con la sorpresa de que la concentración no se celebraba. También en Puente Duero fotografié a un portugués, este mucho más alegre al estar reunido con sus colegas españoles…
Pero el acto más importante de todo el fin de semana fue el que se organizó en Mojados, con la actuación de Emilio Zamora, una actuación de las mejores que le he visto (pongo esto porque realmente me lo estaba pareciendo mientras hacía fotos, pero es que después me comentaron lo mismo diferentes personas), y en la que se reunieron más de 1000 personas alrededor del perímetro vallado, el propio Emilio comentaba que era la vez que más gente había ido a verle a Mojados.
Una y no más
Cuando hablo de Pingüinos, acostumbro a hacerlo de un cóctel compuesto de aventura, compañerismo, reencuentro con los amigos, charlas a la luz de la hoguera, buen ambiente… ingredientes que al mezclarlos y agitarlos emiten un aroma único y especial, que nos embarga a los moteros.
Este año, al hablar de Pingüinos, los ingredientes han sido denuncias, juicios, sentencias, ayuntamientos, políticos, vigilancia policial… que al mezclarlos y agitarlos han rebosado un olor a cloaca que da asco.
Después de lo visto y oído, tengo la triste sensación de que la ciudad de Valladolid no se merece una concentración como Pingüinos, no sus gentes y sus moteros, que poca o nula culpa tienen, sino sus políticos, sus fuerzas vivas y sociales, que como ya he dicho, no han sabido estar a la altura.
Ni estos, ni aún menos, el Club Turismoto, se pueden permitir un fiasco más como el de este año, los moteros no se lo perdonarían, y el tropiezo que ha supuesto la suspensión de este año se podría convertir en una caída difícilmente recuperable, algo que nadie desea.
Sin cifras oficiales que ofrecer, mi opinión, por lo que pude ver a lo largo de los tres días, es que como mínimo se movieron por la provincia unos 2000 moteros, he llamado por teléfono a mucha gente que estuvo por allí para que me hicieran su valoración, y todos, me han dicho cifras superiores a esta (algunas muy superiores), sin embargo, esto tiene poca importancia, porque fuesen 1000 o 5000, las conclusiones a sacar son las mismas: La primera es que esto sin Pingüinos no es lo mismo. La segunda, es que los moteros no se van a quedar quietos.
Alrededor de un 10% de los que hubiesen acudido este fin de semana a Pingüinos se han movido por la provincia siguiendo su tradición. Posiblemente otro 10 o 15% hayan acudido a otras concentraciones, rutas o citas con amigos. El resto, tiene la oportunidad de resarcirse este mismo fin de semana con la concentración de Motauros, que desde el mismo domingo pasado, como pude comprobar con mis propios ojos, ya está siendo “tomada” por grupos de moteros que quieren hacerse con un buen sitio en la que posiblemente sea la concentración más multitudinaria de cuantas se han celebrado en Tordesillas.
Este año empezaremos el calendario con Motauros, esperemos que el que viene lo podamos volver a empezar con Pingüinos, como manda la tradición.
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