Clásicos del Atlas Invernal 2014. Lo mejor para ti y tu coche clásico
Escrito por Miguel A. Fernández el 07/02/2015 en Rallys y Raid 4x4
Un año más, y tras la reunión de participantes en Algeciras, esta segunda edición del Rally Clásicos del Atlas Invernal, arrancaba el sábado 29 de noviembre, con el embarque en el ferry en Tarifa, en esta ocasión con rumbo a Tánger.
Tras una travesía de las que podemos catalogar como “movidita”, el grupo se dirigió a los controles para realizar los pertinentes trámites fronterizos y encontrarnos con la primera anécdota del Rally.
Resulta que uno de los participantes, en Renault 4, había decorado el capó de su coche con un bonito mapa que cogía toda la zona de Marruecos por la que el rally iba a transitar. En estas se acerca un gendarme, mira el mapa, y pregunta que donde está el resto de Marruecos (refiriéndose a la zona del Sahara Occidental), de la que solo estaba el nombre al sur del mapa.
El gendarme se pone a preguntar, bastante mosqueado, que qué era eso de Sahara Occidental, que también era Marruecos.
Yo recordé una anécdota parecida que me ocurrió el año anterior al salir de Marruecos dirección Mauritania; en aquella ocasión, saque el mapa Michelín, y le demostré a los gendarmes, policías y militares que se habían arremolinado alrededor del coche, como el mapa de Marruecos, tenía diferenciada la zona del Sahara Occidental, y que por eso lo llevábamos así en las pegatinas, entendiéndolo a la primera y dejándonos pasar sin problemas.
En esta ocasión sin embargo, el gendarme decía que se la “renfanfinflaba” lo que pusiese en el mapa, por lo que al momento tomó dos decisiones, la primera hacer arrancar al equipo del Renault 4 la pegatina del capó, la segunda… ¡requisar todos los mapas que llevásemos en el grupo!. Yo no me lo podía creer, hasta que una vez más caí en la cuenta de que es de lo más habitual que por aquellos lares, manden a las fronteras a los funcionarios más ineptos e incompetentes. Este en concreto, debía de estar haciendo méritos para quedarse allí de por vida.
La cuestión es que tras comenzar el rally de esta curiosa forma, tras pasar la frontera cambiamos dinero y nos dirigimos tranquilamente en esta primera etapa prólogo hacia el hotel Menzeh Dalia de Meknes, donde se pernoctaría este primer día.
El domingo, los participantes tenían que realizar un enlace por carretera hasta Fez y allí girar hacia el sur hasta Sefrou, donde empezaría el primer tramo de regularidad, que si bien transcurría por sencillas pistas del Medio Atlas, debido a las recientes lluvias y a que seguía lloviendo, se encontraban en ciertos sitios con profundos charcos y zonas de mucho barro. Un pequeño tramo de carretera y de nuevo pistas, para finalmente completar una jornada de 236 Km. en el Camping Timnay, pasado Zeida y en las inmediaciones de la ciudad de Midelt.
Dos coches perdidos en la primera parte del tramo, que posteriormente supieron “encontrarse” y alguna pequeña operación de “bricolaje” en algún coche, fueron los únicos contratiempos de esta primera jornada que ya provocó animados grupos de charla en el acogedor salón del camping.
El lunes, tras salir del camping, los participantes realizaron un tramo de enlace atravesando Midelt y continuando hacia el sur, hasta que tras casi 60 Km. llegaron al control de salida del tramo de regularidad. El tramo transcurría por cumbres y valles del Alto Atlas, en una etapa típica de montaña en la que el paisaje se mostraba mucho más seco y pedregoso que en la jornada anterior.
Sin embargo, tras unos 25 Km. la organización tuvo que suspender el tramo al llegar a un punto en el que la pista había desaparecido fruto de una reciente riada. El mal fue pequeño, ya que la vuelta neutralizada de los coches por el mismo camino que habían hecho, les permitió disfrutar de unas increíbles vistas de las cumbres nevadas y al final, la suma de la ida y la vuelta, sumaban más Km. de pistas que los inicialmente previstos.
Tras estar todos reunidos y pasar un divertido rato, poco a poco todos pusimos dirección a Errachidia, donde se pernoctaría esa noche, y el llegar pronto al alojamiento permitió a la mayoría comer tranquilamente, reparar desperfectos en los coches e incluso salir de compras por la tarde a la ciudad.
La primera jornada de la etapa maratón daba comienzo saliendo de Errachidia y realizando un enlace por carretera que nos llevaría, recorriendo todo el palmeral del Ziz, hasta las proximidades de Erfoud, donde tomaríamos pista a la derecha para tomar la salida al primer tramo de regularidad.
Los coches de organización que comprueban el itinerario, regresan y comentan que a pocos Km. de la salida, hay varias zonas embarradas que pondrían las cosas muy difíciles a los 4×2, por lo que, para evitar roturas innecesarias, se decide anular este primer tramo y enlazar por carretera hasta la salida del segundo tramo de regularidad, en las proximidades de Goulmima.
Sin embargo, la decepción de los participantes, con muchas ganas de pista y de recorrer esta bonita zona que pasaba por dos de los monumentos que el artista y arquitecto alemán Hannsjorg Voth construyó en 2003 en “medio de la nada” y que reciben los nombres de Escalera del Cielo (“Himmelstreppe”), Ciudad de Orión (“Stadt des Orion”) y Espiral Dorada (“Goldene Espirale”), animan a la organización a acompañar a unos por carretera, y a los que lo deseasen (la mayoría), a realizar el tramo, para que pudieran disfrutar y “sufrir” su dureza.
El no llevar demasiadas prisas, hacía que los 4×4 fuesen esperando a los 4×2, y cada vez que alguno de estos tenía una enganchada, siempre había un TT dispuesto a dar un tirón y sacarle del atolladero, por lo que finalmente, todos los que iniciaron el tramo lo pudieron terminar sin demasiados contratiempos, habiendo visitado finalmente los tres monumentos y llevándose algunas inolvidables fotos para el recuerdo.
Con el tiempo justo para comer, los participantes llegaron a la salida del segundo tramo de regularidad, situada al sur de Goulmima. Un tramo en el que la navegación era importante para no pederse y en el que también encontraron un buen número de profundos charcos. Diversas perdidas y algún que otro contratiempo mecánico, hicieron trabajar duro a la organización, que tras terminar la etapa, se dirigió hacia Tinerhir, Boumalne Dades y finalmente El-Kelaa M´Gouna, en cuyas proximidades tenía reservado un albergue… o eso creía, porque al llegar se encontraron con que las habitaciones se las habían dado a un grupo de participantes, que libres de toda culpa, llegaron al albergue, pidieron habitación y les dijeron que sí… Marruecos profundo en estado puro.
Lo cierto es que tras conseguir cama a la 1 de la madrugada, a las 4,15 sonaban los despertadores. Había que salir “zumbando” a reconocer el tramo de regularidad de esta segunda jornada de la etapa maratón. Una etapa nocturna, que se iniciaba antes de las 6 de la mañana para los participantes y que les permitiría ver un increíble amanecer, con las montañas del sur del Alto Atlas totalmente nevadas, en un difícil entramado de pistas en el que era fundamental mantener una constante atención al rutómetro y al trip para no equivocarse, y a la pista, llena de zanjas transversales que podían hacer daño a los coches. Una auténtica etapa TT.
De nuevo la mala fortuna quiso cebarse sobre el raid, y de nuevo no lo consiguió. Ya casi llegando al final de la etapa, los coches de organización se encuentran con un auténtico pedregal dentro del cauce del río por el que tenían que ir, y poco más adelante, otro río, llevaba un caudal imposible para los 4×2, por lo que se decide terminar la etapa en el control de paso obligatorio, y retroceder, pero de nuevo, las ganas, la ilusión y la valentía de los participantes, les anima a seguir hacia delante a pesar de las recomendaciones en contrario de la organización, teniendo los 4×2 que ser remolcados casi constantemente por medio de un pedregal que ya era un buen reto para cualquier 4×4 y en el que había que tener cuidado con algunas enormes piedras.
Tras llegar al río, los TT más preparados exploraron las zonas menos profundas por las que poder pasar eslingados a los 4×2 y finalmente y no sin gran esfuerzo, todos lograron vencer de nuevo a unas pistas que se encontraban en las peores condiciones que se recordaba.
Tras vencer a la pista, una pequeña carretera nos llevaría hasta Skoura, donde algunos aprovechamos para pegarnos un desayuno a la altura del madrugón y de la etapa que nos habíamos pegado, y posteriormente y como premio al esfuerzo, nos dirigimos a Ouarzazate, al Hotel Karma Palace, un confortable cuatro estrellas en el que relajarse y descansar.
Yo la verdad es que lo disfruté poco, porque nada más llegar me fui a Zagora a visitar a Mohamed el Gordito, para que el echara una ojeada a “un ruido” que solucionó a los cinco minutos y que me sirvió tanto a la ida como a la vuelta para disfrutar también en carretera de los nuevos Profender que le había metido al Grand Cherokke y que van de escándalo. A la vuelta, de noche, pasando el puerto del Tizi-n-Tinififft, al norte de Agdz, me lo hice todo en tercera, con la música a tope y los faros de led haciéndome de día la carretera. Entre ida y vuelta fueron más de cuatro horas de viaje, pero mereció la pena lo bien que me lo pasé y saludar de nuevo al Gordito.
Tras dormir deprisa, la salida de la quinta etapa se encontraba en los alrededores de Ouarzazate, una ancha y deslizante pista (por la velocidad que puedes llegar a llevar), que nos llevaría hasta el colegio donde la caravana entregaría el material solidario, una de las acciones destacadas del Rally Clásicos del Atlas.
Una vez más, nos encontramos con que poco después del colegio, la pista había sido “devorada” por la riada, y no existía posibilidad de seguir por ella, un fastidio porque era la única manera de llegar a Tazenakht, en cuyas inmediaciones se encontraba la meta del tramo de regularidad y la carretera que nos habría de llevar tras un largo enlace hacia la costa.
De nuevo hubo que regresar tras nuestros pasos (Km. extra de pista para los participantes), hasta Ouarzazate, girar hacia el norte por la N9 y después, girar a la izquierda por la N10 para llegar por carretera hasta Tazenakht. Como parte positiva, lo divertido del puerto del Tizi-n- Bachkoum, como negativa, que al final el enlace aumentó hasta los 400 Km., los que hubo que recorrer pasando por Taliouine, Taroudant, Agadir, ya en la costa, para subir finalmente hacia el norte por la N1 y llegar al estupendo Camping Atlántica Parc, donde nos esperaba una estupenda cena que celebramos tanto participantes como organización.
La sexta etapa, al contrario que la anterior, sería mucho más corta y relajada. 165 Km. en total entre tramo de regularidad y tramo de enlace, ambos con espectaculares vistas sobre el Atlántico.
En esta jornada no hubo que modificar los itinerarios, pero de nuevo las riadas se habían ocupado de destrozar el terreno poniendo en serios aprietos a los 4×2, que castigados ya tras llevar todo el rally a cuestas sufrieron para terminar la etapa.
Tras llegar a la meta del tramo, la mayoría de participantes decidieron parar a comer en los chiringuitos de Sidi Kaouki, en la misma playa, y disfrutar de un estupendo pescado antes de seguir camino hasta el Camping La Calme, ya en Essaouira, donde por la tarde, la mayoría salió a visitar su estupenda medina y sus bares y chiringuitos.
La última etapa del rally consistía en un recorrido de ida y vuelta por la arena de las playas de Essaouira, recorrido que hubo que empezar más tarde de lo previsto ya que hubo que buscar un acceso hasta la arena por estar inundado el acceso originalmente previsto. Tras buscar una vía por la que pudieran acceder los 4×2, se daba la salida con la vista puesta en el reloj ya que la marea estaba subiendo.
La blanda arena hizo disfrutar de lo lindo a los 4×4 y trabajar a los 4×2, que en muchas ocasiones tuvieron que tirar de la solidaridad de “los hermanos mayores” para sacar sus ruedas enterradas hasta los ejes.
Finalmente, todos nos reuníamos en un tramo de playa junto a la ciudad para con los coches, realizar las fotos de familia y satisfacción por haber superado el reto.
Risas, abrazos, manteos, muchas fotos y un montón de amigos llenos de satisfacción fueron la “penúltima” foto del rally, que ya sin prisa, se desplazaría hasta Rabat, donde en el Hotel Relax se cenaría, se celebraría la entrega de trofeos y se continuaría con una fiesta que se alargó unas buenas horas.
De nuevo, el Rally Clásicos del Atlas había logrado el objetivo de hacer vivir una auténtica aventura a personas de toda clase y condición, con vehículos de más de 20 años de todo tipo, ofreciendo la posibilidad de conocer algunos de los más destacados paisajes de la orografía marroquí, con una competente organización y con una relación calidad-precio que la sitúa como líder en cuanto a los rallys para coches clásicos.
Mirando por la comodidad y economía de los participantes, la próxima edición del Rally Clásicos del Atlas Solidario (la sexta), que se celebrará durante los próximos días del 28 de marzo al 5 de abril, ofrecerá diferentes opciones de inscripción basadas en diferentes packs (Aventura, Camping, Clásico y Confort), que permitirá participar en el rally desde solo 350 €.
Si tienes un coche con más de 20 años (sea el que sea), y te apetece conocer Marruecos de la mejor manera posible, compitiendo en una divertida y asequible prueba, esta puede ser tu mejor opción. Y si tu coche tiene menos de 20 años y también quieres participar, sin competir, puede que la nueva categoría Turista, sea la mejor opción para ti.
En cualquier caso, no dejes de echar una ojeada a su página Web, donde encontrarás todo tipo de información y la manera de ponerte en contacto con los organizadores. Si te animas, el próximo 28 de marzo nos vemos.
Etiquetas: 4x2, 4x4, Clasicos del Atlas 2014, coches clásicos, Marruecos, Rally, rally low cost, turismo