Siempre Ruedas y Motor

Siempre he dicho que las concentraciones, como los GGPP, KDD´s y demás, han de ser simples excusas para lo que realmente importa: Montar en moto.

Hacer Km. con nuestra montura, tanto solos, o mejor aún, en compañía de nuestros colegas, es un placer que solo se puede explicar si lo has vivido.

Si el destino que nos espera es, además, una fiesta de la moto y el itinerario para llegar es una auténtica montaña rusa de curvas y paisajes espectaculares, miel sobre hojuelas. Y esto es precisamente de lo que disfrutarás si te decides a ir a la concentración de Góis, en Portugal.

Hacía bastantes años que tenía referencias (todas buenas), de esta concentración, pero la verdad, entre que todo el mundo te cuenta cosas buenas de todas las concentraciones; que era en Portugal (como si ni tuviésemos nosotros bastantes concentraciones aquí); y que en nuestro país vecino, apenas un mes antes se celebra la concentración de Faro, lo había ido dejando pasar.

Pero fue precisamente este pasado mes de julio en la concentración de Faro, cuando al encontrarme con Mariano Parellada, Presidente del Club Turismoto, organizador de Pingüinos, y preguntarme si iba a ir este año a Góis que finalmente me dije que tenía que ir. Asiduo a Góis, Mariano me habló de una concentración que, sobre el papel, tenía una pinta mejor que buena, lo que le quiero agradecer públicamente porque finalmente me ha permitido descubrir una concentración, con tal cantidad de atractivos, que sin ninguna duda tiene que contar en el haber de cualquier moto rutero que se precie.

Góis es una macro concentración, como demuestran los cerca de 20.000 inscritos que ha tenido este año, y esto, que ni es bueno ni es malo, hay que explicarlo en primer lugar; si lo que buscas es una concentración de colegas, tranquila y relajada, Góis no es la concentración que andas buscando… o quizás si. Pero si te gustan concentraciones como Pingüinos, Motauros, Faro… entonces sigue leyendo, y descubrirás porque debes conocerla.

Góis es una villa portuguesa en el Distrito de Coimbra, con cerca de 2300 habitantes, su iglesia mayor es Monumento Nacional, clasificación que abarca el sepulcro del Conde de Sortelha, renacentista, y la capilla mayor, reconstruida en el siglo XVI, que existen en su interior.

Las posibilidades de turismo en sus alrededores, ya sea de manera autónoma o con visitas guiadas son amplísimas y los paisajes que nos encontraremos en nuestros itinerarios de ida y vuelta (que bien pueden ser distintos), ya merecen en si mismos una escapada con nuestra moto.

Pero y si es tan buena y tan grande ¿porqué se conoce tan poco en nuestro país?. Esto mismo les pregunté a los organizadores, que me respondieron que hasta la fecha, los esfuerzos porque su concentración se conociese internacionalmente habían sido prácticamente nulos. Os voy a dar un dato interesante, la concentración de Góis supera en número de inscritos portugueses a la de Faro desde hace muchos años: y es que Faro cuenta con más del 60% de inscritos extranjeros (una gran mayoría españoles), mientras que la de Góis, apenas cuenta con un 10% de inscritos extranjeros.

El centro neurálgico de la concentración se encuentra justo al lado del pueblo, por lo que se puede ir andando de una a otro sin tocar la moto, como andando se puede ir a uno de los principales atractivos que tiene esta concentración, sus playas fluviales, donde poderte dar un baño o tomarte una copa con los pies metidos dentro del agua en, o junto a algunos de los chiringuitos que hay en su margen.

La concentración en sí está dividida por el río Ceira, y en su margen derecha, se encuentra una larga calle en la que se sitúan todos los expositores. Un largo paseo en que poder comprar todo tipo de accesorios para el motorista, tatuarse, tomarse un licor típico portugués, probar alguno de sus excelentes dulces, etc.

Según vamos caminando por este paseo, de sur a norte, a lo largo del camino nos encontraremos a nuestra izquierda con tres puentes peatonales que cruzando el río nos llevarán a su margen izquierda. El primero nos traslada directamente a la zona de restaurantes y puestos de comida, con una amplia oferta y, a diferencia de lo que está sucediendo en Faro en los últimos años, con unos precios competitivos.

El segundo puente, un poco más al norte, nos lleva directamente a la zona del palco, el escenario, el centro de reunión cuando el sol cae y donde se realizan los conciertos. Un último puente, más al norte y tras pasar por debajo de una carretera, nos llevará a la zona de acampada, impresionante, junto a la entrada principal de la concentración, el edificio del Moto Club Góis, la zona de barbacoas, las zonas de duchas, etc.

El paraje en si resulta muy atractivo y el río, los árboles, los puentes para pasar de un lado a otro, le confieren una identidad propia muy característica y especial.

La inscripción no es ni cara ni barata, sino todo lo contrario; incluye camiseta conmemorativa, un parche, una pegatina, 2 cervezas, un rollo de papel higiénico (gran idea), y la pulsera para acceder al recinto, en cuanto a lo material; lo inmaterial, lo que no se ve, es mucho más amplio e incluye zona de acampada, duchas y servicios, personal de seguridad, conciertos, bike show, exhibiciones, ruta turística, etc.

Salvo las dos cervezas, la inscripción no incluye ningún tipo de comida, pero dada la variedad y buen precio de lo que allí se oferta no me parece un hándicap, más al contrario, nos ahorrará colas y nos pone más a mano la posibilidad de llevar nuestra propia comida (o comprarla allí para prepararla en la zona de parrillas y barbacoas).

Los conciertos son parte fundamental de la concentración, aunque hasta la fecha y con raras excepciones, prácticamente todos los grupos que han actuado a lo largo de los años son portugueses (de calidad, eso si), sin embargo, el deseo de la organización y como guiño a los motoristas españoles, es que ya a partir del año que viene, entre algún buen grupo español en el cartel, lo que sin duda será de agradecer.

El Bike Show se celebra junto a una de las entradas a la concentración, en el paseo que lleva a las playas fluviales y el entorno es magnífico, bajo un techo de árboles, en la misma orilla del río y con una gran participación tanto en cantidad como en calidad de las motos presentadas.

Mi conclusión en lo que respecta a esta concentración es que es una excusa perfecta para coger la moto y asistir, las posibilidades que tanto el recinto de la concentración, el río con sus playas fluviales, la oferta gastronómica y turística del pueblo, el turismo a realizar por toda la comarca y la montaña rusa de carreteras entre bellos paisajes que sí o sí nos vamos a encontrar para llegar, bien lo merecen… además habrá conciertos, bike show, zona comercial, exhibiciones y todas esas “cosas típicas” de cualquier buena concentración, que sin embargo en esta ocasión, son las menos importantes, porque el viaje a Góis en si mismo merecerá la pena.

Como apuntes añadidos solo decir que no es necesario coger ni una de las farragosas (por la forma de pago), autopistas portuguesas y que la gasolina, aún manteniéndose más cara que en España, ya no es tan grande la diferencia de precios como hace unos años. Y como no todo iba a ser positivo, solo avisar de que si vamos a Góis tendremos que “soportar”, como podréis ver en algunas fotos, la costumbre de muchas portuguesas de ir con pantalones cortísimos por la calle y tanguitas de diseño en el río… claro que, en peores plazas hemos toreado ¿no?.

El próximo año prepararé un previo de la próxima edición a la que volveré, porque realmente me ha gustado el montón de posibilidades turísticas que esta concentración ofrece, mientras, aquí tenéis una buena selección de fotos para que conozcáis un poquito más como es la segunda concentración más grande de Portugal, una de las más grandes de toda la Península Ibérica y sin duda, única en su género.

Etiquetas: concentraciones 2015, Gois, motos, Portugal