Preparacion Toyota Land Cruiser KDJ 95 EXPEDITION. Devora pistas
Escrito por Miguel A. Fernández el 03/09/2017 en Preparaciones 4x4
La búsqueda del TT perfecto es algo que ronda la cabeza de cualquier aficionado al off road. Por suerte, ese coche no existe, lo que permite que podamos ver multitud de modelos con muy diferentes tipos y grados de preparación que son fuente de inspiración para otros aficionados.
A pesar de lo anterior, si es cierto que las características propias de cada coche les hacen más aptos para un tipo de trabajo que otros. No es lo mismo un coche para hacer cortas salidas por caminos estrechos, que uno apropiado para enfrentarse a largos viajes con mucha carga, otro cuyo principal uso va a ser superar grandes obstáculos u otro, que por ejemplo, se va a utilizar de forma esporádica por pistas fáciles.
La búsqueda de un coche con buena capacidad de carga, buenas aptitudes off road, consumo ajustado, poca electrónica y sobre todo, mucha fiabilidad, es el origen de la preparación que hoy os traemos, la de este Toyota Land Cruiser KDJ 95 VX.
La historia de la serie 90 de Toyota es uno de los más recientes capítulos de una saga cuyo prestigio en todo el mundo está fuera de toda duda. 65 años de historia y más de 6,5 millones de Land Cruiser vendidos no dejan lugar a dudas.
En 1984 nacía la serie 70, una gama que ofrecía una enorme variedad de modelos y que al año siguiente se desdoblaría, delimitando claramente los modelos destinados al todoterreno duro y profesional (con suspensión por ballestas), y las versiones más enfocadas hacia el ocio, llamados Land Cruiser II (Prado o Bundera en algunos mercados), que incorporaban en las suspensiones los muelles como elemento elástico.
Acababa de nacer una nueva ramificación de la gama Land Cruiser y doce años después, en 1996, debutaba la serie 90, que vino a sustituir tanto a los modelos Light Duty de la serie 70 (Wagon Prado), como al 4Runner.
El nuevo Land Cruiser está disponible en diseños de tres y cinco puertas y, originalmente, está disponible en gasolina con el motor 5VZ-FE (V6 de 3,4 litros y 178 CV), que da nombre a los VZJ 90 (3 puertas) y 95 (5 puertas); y diesel con el 1KZ-TE (4L de 3 litros y 125 CV), que da nombre a los KZJ 90-95.
Posteriormente, en abril de 1997, empieza a equipar un nuevo motor a gasolina el 3RZ-FE (4L DOHC, 2.7 litros y 150 CV), que daría nombre a los RZJ 90-95 y a finales del año 2000 se introduciría el nuevo motor diesel 1KD-FTV D4D (4L de 3 litros, Inyección Directa, Common Rail y 163 CV), que daría nombre a los KDJ 90-95, el modelo que hoy nos ocupa.
A diferencia de la anterior serie 70 PRADO, el nuevo modelo 90/95 tiene suspensión delantera independiente y para hacer más variada la gama, también tiene diferentes grados de equipamiento (GX y VX).
La atractiva nueva imagen, con una línea de cintura ascendente y grandes paragolpes mantenían el perfil de “llegar a cualquier sitio” del Land Cruiser, pero con un aspecto más redondeado y moderno.
La nueva dirección de cremallera confería una sensación más similar a la de un turismo, mientras que la suspensión delantera independiente proporcionaba una comodidad muy superior a la de la serie anterior, sin sacrificar en demasía la capacidad todoterreno.
Tras un periodo de seis años de éxito, en que la Serie 90 se anotó más de 760.000 ventas, en 2002 nacía la nueva Serie 120 y la 90, como ya hicieran sus “padres y abuelos” comenzaría a labrarse su propia leyenda de misticidad como coche fiable y apto para el trato duro.
Si hay una característica que defina a un KDJ 95 en la actualidad es que es un coche caro comparativamente a otros coches con capacidades similares (Montero, Patrol, Defender…), ya que en el mercado de segunda mano arranca en unos precios de alrededor de 10.000 €, estando la mayoría de las unidades mejor conservadas en el entorno de los 15.000 €, con una tendencia al alza a pesar de que sea muy dificil encontrar alguna unidad con menos de 200-250.000 Km.
Esto es debido a diferentes factores. Por una parte la alta fiabilidad de su motor, del que se conocen muchas unidades con más de medio millón de Km. sin problemas reseñables, muy poca electrónica (la inyección, que en este modelo resultó muy fiable, el ABS y los Airbag), facilidad de reparación en África (destino habitual de muchos de sus propietarios), y consumos contenidos (10-11 l./100 Km.), algo a valorar a la hora de hacer muchos Km. tanto por el coste como por la autonomía. Aunque quizás, el principal motivo de su alta valoración sea debido a la satisfacción de sus propietarios que no quieren desprenderse de él y, si lo hacen, lo hacen marcando ellos el precio.
“No hay Land Cruiser bueno y barato”, esta frase, sentenciada con la seguridad que da el ser una de las personas que más saben de los modelos de campo de la marca japonesa, salió de la boca de Fernando Arregui, propietario de Aniko Motor en Navarra, que es donde se adquirió la unidad que hoy probamos. Un lugar donde no encontrarás ningún Land Cruiser “barato”, pero donde puedes estar seguro que adquirirás un coche con todas las garantías.
Este coche ya tenía buena parte de la preparación que podemos ver en las fotos, proceso que se continuó hasta conseguir el resultado deseado y que podemos ver, el de un coche especialmente indicado para los grandes viajes por tierras africanas y especialmente equipado para el rescate y desatasco de vehículos, transporte de personal sanitario y/o de fotógrafos y cámaras de video, en los raid en los que participa habitualmente, como parte de la flota de la empresa de turismo y viajes Aventour Viajes y Expediciones.
Partiendo del coche de origen lo primero que se busco es ganar altura, para lo que se le dotó, tanto delante como detrás de unos muelles +3″, estos se acompañaron de unos de los amortiguadores que mejor resultado en dado en los Land Cruiser, unos ProFender España Dakar de botella separada, en el caso de los delanteros con ajuste de precarga, una regulación muy importante por la diferencia de peso que puede llegar a haber si llevamos o no cabrestante, paragolpes metálico, doble batería, snorkel, protecciones, luces auxiliares, etc.
Hacer esta modificación de altura bien hecha, trajo la necesidad de instalarle un “Diff Drop”, para bajar el diferencial delantero e impedir que las transmisiones trabajasen forzadas, una barra panhard regulable, bieletas traseras alargadas y latiguillos más largos, lo que se aprovechó para ponerlos metálicos.
Con la nueva altura, también llegaron unos nuevos neumáticos 265/75-16, que más adelante y buscando más anchura para compensar la elevación, se cambiarían por unos bastante más grandes 285/75-16, que montados en unas llantas con un offset -15 obligaron a montar unos aletines de goma en los pasos de rueda. Los nuevos neumáticos, unos BF Goodrich All Terrain KO2 se adaptan mucho mejor al uso mixto que el coche realiza (pistas duras, ríos de arena, dunas, carreteras de todo tipo), que los anteriores Cooper STT, excelentes en barro, especialmente cuando están a menos de medio uso, pero inferiores en los otros terrenos citados.
Junto a neumáticos y suspensiones, también llegó la modificación más importante que hay que hacerle a un coche cuando queremos meterle por el campo, las protecciones, para lo que se instalaron cubre cárter, cubre cambio y cubre transfer.
Los siguientes pasos vinieron a mejorar las capacidades off road-viajeras del coche, para lo que se le instaló un cabrestante de 12.000 Lbs. con cable de plasma, oculto tras el parachoques original, unos ganchos de remolque, tanto delantero como trasero, “de los de verdad”, el snorkel, los faros de larga distancia y una doble batería con discriminador que se ocupase de alimentar los accesorios eléctricos que a continuación se instalarían.
Estos empezarían por la instalación fija de una emisora de 27 Mhz., una toma triple de mechero directa de la segunda batería y una toma de corriente de 12V en el maletero directa de la segunda batería. Más adelante y en la misma línea, se añadirían la instalación fija de la emisora de 144 Mhz., una nevera Waeco, un compresor de 160 litros, un inversor de corriente 12V/220V y un GPS Simrad GO 7 XSE, que en la actualidad es el que dispone de la mejor cartografía de Marruecos y otros países africanos por los que habitualmente se mueve el coche.
Siguiendo con el interior, se fabricaron en el maletero unas cajoneras a medida, con dos grandes cajones y dos laterales abatibles para aprovechar el espacio, posteriormente se forrarían, se compartimentarían y se les añadirían unos ganchos para sujetar la carga encima de ellas.
Los dos asientos delanteros se cambiarían por unos semi-backets Sparco Torino, al del conductor además, se le instalaron diversos cojines a medida de la misma marca para conseguir una postura de conducción lo más apropiada posible de cara a las largas jornadas de conducción que el coche realiza.
En el interior también podemos ver dos botones, uno para desconectar el Airbag del pasajero, cuando llevamos el salpicadero lleno de “cachivaches”, y otro para desconectar el ABS; soporte para teléfono y tablet, apoyabrazos sobre elevado, ya que en este coche hace las funciones de guantera pero queda demasiado bajo como para poder apoyar el codo; las lunas tintadas, para proteger a los ocupantes en caso de que alguna estallase, además de proteger mucho más eficazmente de los rayos del sol y de las miradas ajenas.
Un parasol extensible en el lado del conductor, para llevar un poco mejor las puestas de sol cuando tienes delante una nube de polvo; retrovisor con cámara de marcha atrás; iluminación interior por leds, que aporta mucha más iluminación con un menor consumo, una mesa artesanal en el portón trasero, especialmente indicada para cocinar o para hacer las veces de mesa auxiliar en las múltiples comidas “en medio de la nada” que continuamente se realizan y, en este mismo sentido, una Baca Interior con su correspondiente porta-mesa, que permite llevar múltiple material de acampada además de una mesa de 60×80 que junto a la anterior, solucionan totalmente el tema de las paradas para comer y acampadas.
En el exterior del portón, en el soporte de la rueda de repuesto, se ha creado un soporte para las planchas de desatasco, para poder acceder a ellas rápidamente sin tener que ensuciar después el interior.
En cuanto al motor, el alargamiento de desarrollo que trajeron las ruedas grandes, obligaron a tomar varias decisiones de cara a buscar “el nervio perdido” en el camino. El resultado, más que satisfactorio, dotó al coche de una potencia, par motor y respuesta en todo régimen, muy superior al original.
Para empezar se instaló una centralita NTDD que además de elevar la potencia al rango de los 190 CV, dotó al motor de más par a menor régimen. Acompañando a lo anterior, se instalaron unos grupos cortos 4:56 que, a pesar de las ruedas instaladas, dejaban el desarrollo más corto aún que el que traía el coche en origen. Unido a todo lo anterior, se procedió a eliminar el limitador del turbo, anular la EGR y a prescindir del catalizador; hay que añadir que al ser la versión VX lleva bloqueo trasero lo que le dota de unas capacidades de franqueo realmente reseñables como viene demostrando raid tras raid.
El último detalle añadido, y ya que a mis preparaciones me gusta llamarlas “Expedition”, ha sido añadirle unas alfombrillas personalizadas, de las que fabrica soloalfombrillas, su calidad es comparable (a veces mejor), que las originales con la ventaja de que les puedes poner la palabra que quieras.
Todo el equipamiento y preparación citados han sido debidamente homologados por lo que el coche circula totalmente legal.
Toda esta preparación da como resultado un comportamiento acorde con lo esperado. La equipación del coche permite afrontar largas jornadas de conducción en total autonomía tanto en lo que respecta a la comida como a la acampada.
El comportamiento en carretera es muy noble gracias tanto al buen resultado que dan los BF All Terrain como a la forma de trabajar de los Profender España, que a pesar del recorrido de suspensión mantienen al coche firme con un balanceo de carrocería muy contenido.
Mantener cruceros legales en autopista se consigue con una punta de acelerador, que a nuestra presión, colocará el coche en el entorno de los 160 Km./h. en un abrir y cerrar de ojos, con la única limitación de que al ir con unos desarrollos demasiado cortos el coche irá demasiado alto de vueltas. La solución para este problema está en camino, en forma de unos piñones de 5ª que alargarán esta velocidad entre un 10 y un 15%, manteniendo el resto de relaciones intactas tanto en largas como en cortas.
El consumo manteniendo ritmos legales no pasa de 11 l./100 Km. pudiendo llegar a bajar por debajo de 10 l. si nos movemos por carreteras secundarias o pistas fáciles.
En zonas trialeras el coche se defiende muy bien a pesar de su tamaño, gracias tanto a la altura libre al suelo, como a los notables recorridos de suspensión, a los ya citados desarrollos cortos y la cantidad de par disponible desde prácticamente el ralentí.
En barro, nieve y arena muestra un comportamiento excelente, en este caso debido al buen compromiso que ofrecen de nuevo los neumáticos, con una huella muy ancha (285 mm), la capacidad de trabajar a muy bajas presiones, la altura libre y la disponibilidad de los bloqueos central y trasero.
Las pistas rápidas son su terreno preferido y gracias a su distancia entre ejes, es muy estable a alta velocidad; la suspensión se encuentra en su salsa en este medio y, la clásica tendencia de este coche a sobrevirar, se soluciona además de conociendo esta particularidad, llevando engranado el bloqueo central, para forzar que en las curvas, el eje delantero tire más del coche.
No, el coche perfecto no existe, pero si lo que buscas es un coche para recorrer incansablemente terreno africano, muy fiable mecánicamente, grande como para ir cuatro personas y su equipaje cómodamente, con una alta autonomía y un equipamiento que te permita prescindir de restaurantes y hoteles, este KDJ 95 Expedition se le acerca mucho.
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