Siempre Ruedas y Motor

Al suroeste del desierto del Erg Chebbi, entre las poblaciones de Merzouga y Khemliya, justo en la carretera que lleva hasta Taouz, existe un curioso museo desde hace unos pocos años dedicado al automóvil, que realmente merece la pena visitar.

El museo es en realidad una colección particular de vehículos 4×4 de todas las épocas y es propiedad de un jeque árabe, que tiene estos coches en un anexo de su casa preparado al efecto.

Más allá del interés de esta colección, que como he podido comprobar en las tres ocasiones que lo he visitado, va rotando los vehículos que en ella se exponen y, que como ya he comentado, merece la pena verse, también es interesante conocer la historia de su propietario.

La colección pertenece al Sheikh (jeque), Hamad Bin Hamdan Al Nahyad, la segunda fortuna de Arabia Saudí (estimada en 21.000 millones de dólares), miembro de la familia real gobernante de los Emiratos Árabes Unidos, al que, con base en Abu Dhabi, se le conoce como El Jeque Arco Iris, por su pasión por los colores del arcoíris (además de por los coches, las cafeteras…).

Su mayor locura hasta el momento ha sido grabar su nombre en una isla propia para que pueda ser visto desde el espacio, las dos primeras letras del nombre son navegables…

La curiosa colección que se puede ver en Merzouga no es más que una pequeñísima parte de su colección de 400 vehículos que empezó a acumular en 1986. La mayoría de ellos están en una gigantesca pirámide de metal que levantó en el desierto y que hoy es el Museo del Automóvil de Abu Dhabi.

Entre esta curiosa colección cabe destacar los siete Mercedes clase S (W 126) 500, pintados con el arcoíris, uno para cada día de la semana y regalo de bodas para la que hoy es su mujer, hija de un ex presidente de los Emiratos Árabes.

Entre sus “juguetes”, también cabe destacar una Dodge Power Wagon, probablemente la favorita del jeque, con cuatro habitaciones y terraza, pesa 50 toneladas y mide cinco metros de altura…

Otro de sus vehículos, con el que se paseó por España (Valencia, Valladolid… en 2013), es un Ford Black Spider. Fabricado en 2010, utiliza cabina y habitáculo de Jeep Wrangler; frontal y calandra del LoneStar de la firma de camiones International Trucks y para moverlo, un motor Ford hemi V8 de 400 CV.

Dentro de los vehículos que podemos ver en la exposición de Merzouga hay algunos muy curiosos como el doble y el medio Jeep, en los que partiendo de dos Jeep Wrangler se fabrico uno el doble de ancho, con cuatro plazas delanteras, y con lo que sobró… uno monoplaza…

Un Ibex, realizado en Gran Bretaña sobre la base de un Land Rover Defender. Lo curioso de este coche es que toda la transformación se vendía en un kit.

También hay un Peugeot 505 Dangel 4×4. Evolución de los 504 que participaron en el Dakar y que creó a partir de 1980 Henry Dangel con la colaboración de Peugeot, los 505 4×4 utilizaron motorizaciones 2.0 litros gasolina (de 96 a 110 CV según las evoluciones), 2.5 litros diésel (de 70 a 110 CV según las evoluciones), y como tope de gama el 505 GTi, con motor 2.2 litros de 130 CV.

La tracción integral era de tipo permanente, disponía de reductora y de un bloqueo de diferencial central (los diferenciales anterior y posterior eran de deslizamiento limitado).

Muchas unidades de Toyota Land Cruiser de todas las épocas, diferentes Suzuki, vehículos militares de lo más variado, un vehículo anfibio, una copia china del Jeep Cherokee… variado, variado el muestrario.

Como el Iveco Massif derivado del Santana Anibal y fabricado en Linares, que también se expone, de este coche, más que valorar sus características, es de destacar el hecho de que el jeque, a punto estuvo de quedarse con la fábrica, pero al no gustarle las condiciones que le imponían en lo referente a los trabajadores finalmente no cerró el acuerdo.

Sin duda este museo de automoción no tiene comparación con el que creó en Abu Dhabi, y seguro que tampoco la tiene con ninguno de los 21 palacios que atesora repartidos a lo largo de tres continentes, pero lo que es cierto, es que es un lugar con mucho encanto para todos a los que nos apasiona el mundo del motor, la variedad y rareza de alguno de sus coches, el que están perfectamente identificados y que la entrada es gratuita (conviene darle una propina al señor que nos viene a abrir), son motivos más que suficientes para situar la visita como una de nuestras cosas a realizar si pasamos por la zona.

Una zona que además, en los alrededores, ofrece atractivos tan interesantes como la Lápida Citroën, la Gara Medouar, los Monumentos del Alemán o las Khetaras, entre otros y que puedes conocer de la mano de Aventour Viajes y Expediciones.

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