España off road en Isuzu D-Max: Por la provincia de Teruel. La Sierra de Javalambre
Escrito por Miguel A. Fernández el 21/06/2019 en Rutas y viajes
La Sierra de Javalambre es un macizo montañoso de Aragón situado al sur de la provincia de Teruel,dentro de la comarca Gúdar-Javalambre, que constituye una de las elevaciones más importantes del Sistema Ibérico.
En él predominan los materiales de la Era Secundaria, sobre todo calizas y arcillas, habitan espectaculares especies de fauna y flora autóctona y se eleva hasta los 2020 metros del Pico Javalambre formando una gran cúpula o domo.
A lo largo de toda la comarca se pueden realizar visitas culturales, descubriendo los museos municipales, las rutas del Cid, de las Fortificaciones Defensivas de la Guerra Civil Española en Sarrión, las ecosendas del Mijares…
Y antes de ir a descansar en alguno de los numerosos alojamientos de calidad, de los que dispone esta Comarca, es muy recomendable levantar la vista y disfrutar de las estrellas, dada la inexistencia de contaminación lumínica en sus cielos, considerados como unos de los más hermosos del mundo.
De esto irá nuestra ruta de hoy, de alojamientos de calidad, de cielos increíbles, de magnífica gastronomía, y de pistas que nos llevarán hasta los puntos más altos de la comarca.
Aunque no hace falta ninguna excusa para ir a comer y/o pernoctar a la Masía Pelarda, uno de los mejores “parques de atracciones” de nuestro país para todos los que nos gusta el off road, y lugar donde se realiza Motor Aventura y todo tipo de encuentros relacionados con el 4×4; en esta ocasión es que se daban muchas circunstancias favorables: el alojamiento, donde dormimos la noche anterior a la ruta y la siguiente; la comida, que con Sole o Ana a los fogones tienes la seguridad de que siempre te vas a quedar satisfecho; el realizar parte de una de las rutas que en Masía Pelarda ofrecen a sus clientes, “La Ruta de las Perseidas”; llegar hasta “la puerta” del Observatorio Astrofísico de Javalambre y de Galáctica y… sigue leyendo.
Tras un buen desayuno, hicimos las primeras fotos en la puerta de la masía y por algunas de sus pistas empezamos un track que, en un primer momento nos llevaría hasta la Puebla de Valverde.
Equidistante entre las dos sierras y aprovechando el gran llano hundido que separa la de Gúdar de la de Javalambre, a 1.118m. de altura se localiza La Puebla de Valverde, situado a tan sólo 22 Km. de Teruel y muy bien comunicado con la Comunidad Valenciana puesto que por él pasa la Autovía Mudéjar.
El núcleo de población aprovecha un emplazamiento estratégico en lo alto de un cerro, que todavía mantiene tramos de la muralla medieval original y dos de sus portales, el de Teruel, con un arco de sillería apuntado, y el de Valencia, protegido por los restos de un torreón.
Además de estos, la Puebla nos ofrece ver su Iglesia Parroquial de la Santa Emerencia (siglo XVI), la Ermita de Loreto (siglo XVI) , o las casas de la familia González de Gregorio, condes de la Puebla de Valverde y de la familia Lázaro, cuyo bajo se ha convertido en un restaurante que ofrece todo tipo de comidas. Aún conserva su arco en la puerta y su alero de madera con sus dibujos, le dan a la casa un toque especial entre las casas del pueblo.
Tras cruzar la autopista Mudéjar, ascendimos por una estrecha carretera hasta Camarena de la Sierra, que se encuentra en un valle abierto donde nacen los ríos Camarena y Eva (Riodeva), que vierten sus aguas al río Turia.
Camarena de la Sierra tiene un balneario con un manantial, cuyas aguas son muy recomendadas para tratar enfermedades biliares y del tubo digestivo. Descubierta la Fuente de los Baños en 1891, atrajo en seguida a un gran número de visitantes, sobre todo valencianos, pasando entonces a convertirse en el motor económico del pueblo.
Anteriormente a la guerra civil, el balneario tenía un hotel de cierto prestigio y sus aguas cosechaban premios internacionales, de hecho, era muy frecuente ver en las farmacias de toda España “Agua de Camarena”, actualmente el balneario, en estado de semiabandono, está abierto únicamente en la temporada estival.
Entre la arquitectura que nos ofrece Camarena se encuentra la Iglesia Parroquial de San Mateo, de estilo barroco, construida en la segunda mitad del siglo XVII o el castillo medieval, situado en un cerro al poniente de la población, de probable origen musulmán, reutilizado por los cristianos tras la conquista.
Poco después de Camarena de la Sierra nos desviamos por una pista a nuestra izquierda que asciende hasta el páramo de San Pablo, donde a casi 1800 mts. de altitud se encuentra la ermita del mismo nombre. Se trata de una ermita gótica con reforma interior barroca a la que cada año en junio se realiza una romería desde Camarera. Desde la ermita se tienen unas vistas espectaculares de los alrededores.
Aunque ya lo había apreciado circulando por carretera, esta primera pista, fácil en su mayoría, sirvió para indicarnos la mejora de comportamiento que tiene la nueva D-Max cuando se le instala el Hard Top trasero. Como se puede ver en las anteriores rutas no lo tenía instalado, y yendo la caja de carga vacía se obtenía el comportamiento más equilibrado con presiones en las ruedas traseras rondando el 1´8 – 1´9 Kg./cm2. Con el Hard Top montado y unas presiones de 2´2 el resultado es aún mejor, notándose aún más cómoda en todo tipo de terrenos (especialmente en los más bacheados), y sensiblemente más asentada y estable en carretera asfaltada de curvas (al menos la sensación, porque en la práctica, como veremos más adelante, es prácticamente imposible hacerla derrapar).
Tras bajar de la ermita, seguimos dirección Este por pistas de todo tipo, en general fáciles, pero a veces más pedregosas y rotas, hasta que llegamos a uno de esos lugares increíbles que esconde nuestra geografía, me estoy refiriendo a las minas de azufre y casas cueva de Libros.
Las minas de azufre de Libros ya se conocían a mediados del siglo XVIII, habiendo datos de su explotación desde los años sesenta (1760), si bien, tuvieron su época dorada a finales del siglo XVIII, años en los que se inicio su explotación, la cual duro de manera intermitente hasta 1889. Más tarde, ya en el siglo XX, la Industria Química Zaragozana se encargo de su utilización hasta que en 1956 las minas se cerraron definitivamente.
Lo que acabó con las minas de Libros fueron las refinerías de petróleo, que rendían azufre con más facilidad, y las ganas de librarse del impuesto que tenían que entregar al Estado, del 30 al 50%. de la producción, para usos militares. La empresa fue adquirida por la CROS S.A, que en cuanto tuvo la mayoría de acciones cerró.
Entre las ruinas que se encuentran en el lugar están las de los edificios de la escuela, el cuartel de la guardia civil, el hospital, la panadería, la carnicería, el economato, las casas de los directivos y varias tascas. Estos edificios fueron demolidos al cerrar la explotación.
Al principio de la explotación los mineros construían sus propias viviendas a modo de casas-cueva, excavadas en la roca, hay contabilizadas 130, que en su mayor parte disponían de sala-comedor, una o dos alcobas y la cocina, que se situaba cerca de la entrada.
La iglesia y algunas casas-cueva aun se conservan, y es lo que se puede visitar en la actualidad, así como la entrada a la mina. No se paga entrada, ni hay nadie vigilando, ni puertas que cierren los accesos ¡¡¡mímalas!!!.
Además, las Minas de Azufre de Libros están consideradas uno de los yacimientos paleontológicos más importantes de la provincia, y son conocidas internacionalmente por los hallazgos de ranas fosilizadas en un excelente estado de conservación. Los fósiles de ranas hallados, con más de diez millones de años de antigüedad, forman parte de las colecciones paleontológicas de museos en medio mundo.
Tras las sorprendentes imágenes que nos regalan las minas y sus casas cueva, seguimos camino hacia Riodeva, villa y municipio en el que se encuentra una necrópolis romana de hace más de 2000 años.
En los años 2000 fueron hallados en las inmediaciones del pueblo restos de uno de los dinosaurios más grandes del mundo, el Turiasaurus Riodevensis. Las excavaciones continúan y están protegidas a cargo de un equipo de la fundación paleontológica de Dinópolis, el parque temático de dinosaurios más importante de Europa, cuya sede central está en Teruel.
Es por ello que, en Riodeva, se encuentra Titania, una subsede (la séptima), del Territorio Dinópolis,que abrió sus puertas a los visitantes en verano de 2012, donde se muestra la reconstrucción delesqueleto del Turiasaurus Riodevensis, y se consagra a las especies de dinosaurio más grandes. El centro explica el desarrollo y el momento de esplendor de los dinosaurios gigantes, que poblaban la Tierra millones de años antes de la gran extinción.
Está acompañada de réplicas de huesos de dinosaurios procedentes de algunos de los más de 50 yacimientos encontrados en Riodeva: diplodócidos, estegosáuridos, ornitópodos y dinosaurios carnívoros.
Además de Titania, el principal reclamo turístico de Riodeva son Los Amanaderos, a solo 6 Km. del pueblo y a donde tras tomarnos una buena tapa en un bar del pueblo nos dirigimos.
Los Amanaderos constituyen un conjunto de saltos de agua (ocho saltos que forman otras tantas cascadas), de distintas alturas y características geológicas y geomorfológicas, con caídas entre los 10 y los 48 metros de altura. Existen varios recorridos para su visita, un aparcamiento en el camino de Camarena y una mesa de interpretación.
El “Salto de las Yegüas” de 22 metros y donde paramos a hacer fotos, la “Cascada del Rincón de las Ninfas”, la “Caída de San Lorenzo” o el “Salto de Pedro Pérez” son algunos de ellos. En poco más de 1.500 metros de recorrido montañoso, el río Riodeva desciende 500 metros: desde Los Amanaderos hasta su desembocadura en el río Turia, atravesando terrenos calizos, de rodeno y franjas de pizarra.
Estas pistas en subida (alguna de sus curvas), se presentaban como una oportunidad única para hacer que David Nadal, mi piloto de hoy y al que agradezco el día que me dedicó, le arrancase alguna derrapada a la D-Max, algo que es realmente difícil, pues aún desconectando el control de tracción y el de estabilidad (realmente, este último pasa a un modo en el que deja al coche un poco más “suelto”, pero no se desconecta del todo), cuando el sistema detecta que la cosa está muy descontrolada, entra en acción para llevarte al sitio bueno de nuevo.
Una y otra vez, y ante nuestra insistencia de que “diese el culo”, activaba frenos y la volvía subviradora. La foto que acompaña se pudo conseguir a base de freno de mano y muchos años de “Patera”, que es como David llama a su Pick Up. En circunstancias normales, no he conducido una pick up más estable y segura que esta.
Preciosas pistas y paisajes nos llevan a través de diversas fuentes y algún vadeo hacia Arcos de Salinas, viendo ya desde mucho antes, en la distancia, el Observatorio Astrofísico de Javalambre, una ICTS (Instalación Científico-Técnica Singular), astronómica española cuyas instalaciones se encuentran en el Pico del Buitre (1958 metros de altitud), uno de los mejores lugares del mundo para la observación del espacio dada su baja contaminación lumínica.
El objetivo inicial del OAJ es cartografiar todo el espacio visible para estudiar la Energía Oscura y la Astrofísica. consta principalmente de dos telescopios profesionales de gran campo de visión equipados con cámaras panorámicas de última generación con CCDs de gran formato y un conjunto único de filtros ópticos especialmente diseñados para realizar una cartografiado del Universo en todo el rango del espectro óptico sin precedentes.
Todos los edificios del observatorio están conectados por canales subterráneos, que permiten la utilización de todas las instalaciones cuando la meteorología de montaña del Pico del Buitre resulta adversa.
Antes de llegar a Arcos de Salinas nos desviamos a la izquierda para fotografiar Galáctica (Centro de Difusión y Práctica de la Astronomía), un centro turístico sobre el espacio ligado al Observatorio Astrofísico de Javalambre, situado a 10 kilómetros de este y también promovido y gestionado por el Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón, que está operativo desde 2018.
Tras fotografiar la casi terminada instalación de Galáctica, a la que solamente le faltan sus nueve cúpulas, y dado que era esa hora crítica (alrededor de las dos de la tarde), en que tienes que decidir si comes o… comes, descendimos hasta Arcos de Salinas con la intención de comer en el que en opinión de muchos, es el mejor sitio de toda la zona, el Bar Restaurante Arcos.
Antes eso sí, nos dimos un paseo por la conocida como “Archos”, de las crónicas bajomedievales, su nombre se debe a unas salinas que existen aguas abajo del río Arcos, a casi 2 km de la población, dirección oeste.
Allí podremos fotografiar su monumento más emblemático, la Ermita de San Roque del siglo XVIIantes de llegar al restaurante, donde por indicaciones del propietario y tras unas anchoas con queso fresco y tomate deliciosas, nos metimos entre pecho y espalda un arroz al horno, paletilla de corderoy todo ello regado con un buen vino, se nos quitaron todas las penas (que no eran muchas), y desde luego, apunté el sitio como uno de esos a los que hay que regresar si o si.
Posiblemente en invierno, para pedir la Ollica de Pueblo (alubias, cordero, cerdo, verduras…), los fines de semana hay que reservar porque si no lo más probable es quedarse sin mesa (y sin comer).
Con pocas ganas, no nos vamos a engañar, seguimos ya de vuelta en dirección al Observatorio Astronómico, coronando el Pico del Buitre, emplazamiento para el OAJ que responde a criterios científicos de calidad del cielo nocturno para la observación astronómica.
A continuación, seguimos en dirección al Pico Javalambre, no sin antes parar a hacerle unas fotos al coche inmerso en este curiosísimo paisaje que forma la sabina rastrera “pintando” la montaña a topos verdes.
Poco después, llegaríamos a las pistas de sky de la estación de Javalambre, a la carretera, y en un ratito más, a la Masía Pelarda, donde podríamos descansar y comentar los pormenores de una ruta que, en esta ocasión nos ha salido de 149 Km.
Larga sin duda, más que en la mayoría de ocasiones, pero perfectamente factible, aceptando eso sí, que hay que comer antes de terminarla (aunque el sitio como he comentado bien merece la pena).
Si, Teruel no solo existe, sino que tiene tal cantidad de atractivos que mostrar que a cada visita volverás sorprendido, la ruta de hoy, es un simple ejemplo.
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