Siempre Ruedas y Motor

Las inclemencias meteorológicas no pudieron con la pasión y la ilusión de miles de moteros que un año más, han elegido Motauros como su concentración invernal.

Y no lo han tenido fácil este año, ya que a la crisis que está asolando a millones de familias, ha habido que añadirle el tener que bregar con el temporal de viento y agua que de manera más o menos intermitente e intensa, a mantenido en vilo tanto a participantes como a miembros de la organización.

A pesar de todo, 6.730 Motauros pasaron el pasado fin de semana por el Área de Valdegalindo y pudieron disfrutar tanto de las actividades que se desarrollaron en la zona de acampada como del intensísimo ambiente que se vive en las calles de Tordesillas.

Ya el jueves estaban acampados los primeros inscritos, que quisieron pasar un fin de semana lo más largo posible, sin embargo, es a partir del viernes cuando el ambiente alcanza sus mayores cotas. Algo que consigue el Moto Club Tordesillas trayendo su mejor concierto este día, que en esta edición fueron el grupo Barricada, que como no podía ser de otra manera, colgó el “no hay entradas”, en la carpa principal de la concentración, que se mantuvo llena hasta la bandera hasta altas horas de la madrugada.

A esto último ayudó también el hecho de que la madrugada del viernes fue uno de los peores momentos en cuanto a viento y lluvia se refiere, por lo que el personal, caliente, seco y con buena música, aguantó hasta el punto en el que las incomodidades del frío, viento o lluvia nos les pudiesen sacar de un profundo sueño dentro de su tienda.

El sábado, es el día que más actividades hay programadas, y tras el desayuno, una larga caravana de motos salió en ruta turística hacia la población de Nava del Rey, donde pudieron tomar un aperito y disfrutar con las evoluciones de los jóvenes pilotos de la escuela de Pilotos FK1 en primer lugar, y a continuación de la actuación acrobática de Ronaldo, que mantuvo la larga calle donde actuó llena de publico, tanto de moteros como de vecinos del pueblo y de los pueblos de alrededor, hasta que dio por concluida totalmente su actuación.

De vuelta a la zona de acampada, por la tarde tocaba concurso de grupos de rock además del bike show, con la particularidad de que ambos se celebran a la vez en el interior de la carpa principal. Posteriormente, un pequeño éxodo de motos y caminantes (una de las ventajas de Motauros es que puedes ir andando a Tordesillas), que, unos a participar y otros a ver, se dirigieron hacia el puente sobre el Duero que da entrada a la ciudad para ser testigos tanto de los fuegos de artificio como del desfile de antorchas.

El primero tuvo que ser suspendido a última hora por culpa de un cabo dela Guardia Civilque por sus santos…. suspendió los fuegos de artificio amenazando con una denuncia de 60.000 € tanto al moto club organizador como a la empresa pirotécnica, que con el comprensible “acongojo”, recogió sus bártulos y tomó las de Villa Diego.

La cronología de los hechos no tiene desperdicio, ya que para poder organizar una gran concentración como esta, es necesario que se reúnanla Delegacióndel Gobierno, el Ayuntamiento de Tordesillas,La GuardiaCivil,la Policía Local, Protección Civil, Cruz Roja, el moto club organizador…. Para desarrollar un plan de actuación en el que estén recogidos todos los actos de la concentración, horarios, recorridos y en el que cada una de las partes expone sus requerimientos y necesidades y en el que finalmente quedan aprobados todos los actos. Pues bien, con todo esto hecho, aprobado y controlado hacía más de un mes, el sábado por la noche, a escasas horas de celebrarse el desfile de banderas, el celoso agente de la ley llama al Moto Club exigiendo un permiso específico para los fuegos de artificio, con la amenaza de la citada denuncia en caso de que estos se llevasen a cabo… Si no son ganas de fastidiar y zancadillear que baje Dios y lo vea.

En cualquier caso, esto en absoluto deslució la noche, que celebró un multitudinario y largo desfile de antorchas que como en los años anteriores, fue del agrado tanto de los moteros como de los vecinos del pueblo.

Después, pasos hacia arriba, en dirección a Tordesillas para disfrutar de su marcha, o hacia abajo, en dirección a la zona de acampada para seguir disfrutando de las hogueras, en una noche fría pero ya por fin, sin lluvia, y de los conciertos de la carpa principal o la música con Dj de la carpa secundaria.

Sea como fuere, y eligiesen la diversión que eligiesen, la noche del sábado fue larga, y los desayunos de los más madrugadores se mezclaban con las últimas copas de los más trasnochadores, lo que motivo que el despertar dominical fuese especialmente lento, y alrededor del mediodía, cuando en el interior de la carpa principal ya se estaba celebrando el sorteo de regalos y la entrega de trofeos, algunos aún continuasen durmiendo.

En cualquier caso y cada uno a su ritmo, la zona de acampada poco a poco fue quedándose de nuevo vacía mostrándonos como una nueva edición se había hecho realidad, una dura edición, como decía al principio, la 13 en el año 2013, “bonito” dato para los supersticiosos, con climatología adversa, pero que sin embargo y como ya he apuntado, terminó resultando un éxito gracias a todos y cada uno de los que en ella participaron. La fuerza de la ilusión.

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