Siempre Ruedas y Motor

¡MASIVA!

Si habéis tenido la oportunidad de viajar por el interior de los Estados Unidos, os habréis dado cuenta de que allí todo es grande, las extensiones de terreno, los parques naturales, los rascacielos, las porciones de helado y… las Pick Up. Un vehículo que se podría considerar como el “vehiculo nacional”, la Pick Up, no podía escapar de la tendencia de que todo sea grande, muy grande o extra grande, y esto es lo que le sucede a la Pick Up que probamos hoy, una Toyota Tundra 5.7 V8 iForce que por si fuera poco, a pasado por las manos de Carlos Acosta, gerente de CSA y especialista en todo tipo de preparaciones todo terreno.

Lo más interesante del caso es, que en esta ocasión, Carlos no ha hecho una preparación más, sino que esta ha sido una compra y posterior preparación a su medida, ya que la unidad que hemos probado es de su propiedad y adaptada a sus particulares necesidades. Como el mismo nos decía, “Con mujer, hijos y aficiones como la bici, la moto o el quad, necesitaba un vehículo que me permitiese cargar todo, a la vez que ir por carretera con la familia con un nivel de comodidad alto, y no encontraba furgoneta que me diese todo esto”.

Como se puede ver en recuadro aparte, las opciones de motorización y cabinas son variadas, y Carlos eligió para la suya el motor grande, la cabina grande y la caja ¿pequeña?, no, en este caso eligió la caja “menos grande”. Y es que el modelo CrewMax que nos ocupa, tiene una caja de 170 cm de longitud interior, que pasa de los dos metros si dejamos el portón abierto, con una anchura en el interior de la puerta de 169 cm. apta para cargar cualquier quad (por ancho) o moto (por largo). Dos rampas plegables de aluminio, una sobre cada uno de los pasos de ruedas proporcionan toda la comodidad necesaria para subir o bajar cualquier vehículo. A lo anterior hay que sumarle la extrema facilidad con la que se puede desmontar el portón trasero, que no necesita ningún tipo de herramienta para la operación y que además, viene dotado de amortiguadores hidráulicos para facilitar su apertura y cierre. Cuando lo que se transporta no sobresale de los 56 cm. que tiene de altura la caja, la carga va perfectamente protegida por una tapa back flip rígida de tres secciones provista de un sistema que permite llevarla abierta sin necesidad de desmontarla y sin que vibre o golpee en ningún sitio.

Y si la caja era la “menos grande”, no ocurre lo mismo con la cabina, apta para seis personas (3+3) y con una parte trasera digna de cualquier berlina de gran tamaño, con asientos regulables en longitud e inclinación que incluso en la posición más adelantada permiten a una persona de 1,80 mts. de altura estar sentado con toda comodidad sin dar con las rodillas en el asiento delantero. Detrás de las cabezas de los pasajeros traseros, encontramos que el cristal trasero se puede bajar, algo muy útil para “liberar” calor en los días más calurosos si hemos dejado el coche aparcado al sol, o para transportar objetos largos (skys o similares), que en lugar de sobresalir por encima de la cabina pueden ir “dentro de ella”

La parte delantera está dotada de todo tipo de huecos y guanteras, como las cuatro del techo, la que se encuentra bajo el asiento del centro, o las multifunción situadas en el respaldo del mismo asiento, además de la habitual guantera delante de las rodillas del acompañante, en este caso doble o los huecos de las puertas.

El asiento del conductor tiene todo tipo de reglajes, lo que permite encontrar fácilmente “nuestra” posición, y la palanca del cambio automático de seis marchas en el volante, permite dejar diáfano todo el suelo de la parte delantera, al no haber consola central.

El motor es un 5.7L DOHC V8 i-FORCE, 32 válvulas, con Regulación Variable Dual Independiente de Válvulas Inteligente (VVT-i), bloque y culatas de aluminio, sistema de inducción acústicamente controlado (ACIS), relación de compresión 10.2:1, que entrega la nada despreciable cantidad de 386 CV a 5600 rpm y un espectacular par motor de 585 Nm. a 3600 rpm.

Con este motor, de lo que menos te tienes que preocupar a la hora de una preparación es de buscar potencia o par, ya que hay de sobra de ambos (aunque existen preparaciones para llevarlo más allá de los 500 CV), por lo que Carlos se centro en mejorar sus capacidades off road, para ello se decantó por la instalación de un kit de 6” Procomp, compuesto por muelles, amortiguadores con botella de 2,5” de diámetro, rotulas, subchasis, manguetas, etc. para la parte delantera y calzos de ballestas, abarcones y amortiguadores en la trasera. Hay que destacar, que este kit complementa a los amortiguadores originales, por lo que el coche pasa a tener doble amortiguación tanto delante como detrás.

Un cubre cárter y un cubre cambio CSA en acero inoxidable se ocupan de proteger los bajos, así como unas sólidas estriberas – taloneras, también CSA, facilitan la operación de subir a la cabina a la par de proteger los bajos y permitir el uso de un gato Hi-Lift. Sobre un soporte CSA se ha montado un cabrestante Warm 9000 y, sin dejar la parte frontal, se han instalado unos faros de largo alcance Hella en el alojamiento de los antiniebla originales así como unos antiniebla, también de la marca Hella.

Detrás, esta dotado de bola de remolque desmontable, protector de caja (bed liner) y de la anteriormente mencionada tapa de caja Back Flip, dentro de la caja se ha instalado una toma de potencia de 12V y las también mencionadas rampas de aluminio.

A los discos delanteros de 350 mm. de diámetro, ventilados, taladrados y rallados, se les ha reforzado con latiguillos metálicos y pastillas de alto rendimiento y las llantas de aluminio de 9x 18”, van calzadas con unos neumáticos Mickey Thompson Baja ATZ en medidas 305/70 R18, un neumático muy robusto en campo que permite trabajar con todo tipo de presiones, con alto índice de carga y que además, tiene un muy buen comportamiento en carretera.

Exteriormente se la ve grande, y es que realmente lo es. Un detalle de su vocación son los espejos retrovisores, extensibles, preparados para cuando enganchemos cualquier tipo de remolque y carga, o el Control de Estabilidad del Remolque (TSC) que al detectar que el remolque se tambalea, aplica presión en los frenos de cada rueda y controla el par motor para ayudar a reducir el bamboleo del remolque. El sistema ilumina las luces de frenado para que los vehículos que vienen detrás sepan que estamos desacelerando.

Para subirse a ella vienen más que bien los estribos debido a su respetable altura, pero lo mejor viene cuando giramos la llave de contacto y oímos bramar el imponente V8, sencillamente excitante.

Los primeros metros al volante sirven para darnos cuenta del imponente par que entrega este motor, en el que las reductoras prácticamente están relegadas a situaciones de carga extremas o a la necesidad de pasar especialmente despacio por algún sitio. El cambio automático funciona con extrema suavidad, pudiendo si lo necesitamos, seleccionar cualquier marcha intermedia de las seis que tiene, la cual llegará hasta el corte de encendido si no cambiamos manualmente.

La suspensión durante la prueba se mostró dura, aunque hay que tener en cuenta que la caja iba vacía y en la cabina solo dos personas, con los 300-500 Kg. de dos personas más y el correspondiente equipaje para un raid o travesía, la comodidad mejorará muchos enteros, en cualquier caso lo que si se mostró es muy efectiva, pudiendo mantener velocidades muy elevadas en pistas rotas y con profundas roderas sin llegar en ningún momento a hacer topes de suspensión ni delante (ni menos aún detrás) y ni en compresión ni extensión.

Viene equipada con control de estabilidad (VSC), control de tracción (TRAC), ABS, EBD y asistencia de frenado (BA) y lo que Toyota denomina un diferencial de deslizamiento limitado automático (Auto LSD), en el eje trasero que funciona utilizando los frenos para frenar la rueda que desliza, simulando la acción de un LSD mecánico. Todos estos sistemas, además de la firme suspensión, le permiten circular por carretera con unos niveles de seguridad muy elevados, pero lo mejor de todo, es poderlos desconectar cuando circulamos por campo y evitar, si así lo deseamos, que el sistema sea demasiado intrusivo en la conducción. No obstante hay que decir, que con el caVallaje que maneja semejante aparato, son pocas las veces en que sobra el control de tracción.

Tecnología japonesa con concepto americano dan como resultado un vehículo con una extrema versatilidad gracias a sus seis plazas y su maletero prácticamente ilimitado, algo que han permitido a Carlos prescindir de un Todo Terreno más un remolque, la única opción que le quedaba para poder practicar sus aficiones en compañía de su familia. La preparación además, ha permitido que esta Tundra sea especialmente efectiva en pistas rápidas, ideal para viajes por el desierto, algo que han apreciado especialmente sus amigos/clientes a los que ya ha importado varias unidades.

Diferentes Posibilidades

Las diferentes versiones a la hora de adquirir una Tundra son muy amplias, y desde el sistema de tracción (4×4 o 4×2), pasando por las cabinas Regular (sencilla), Doble Cabina o CrewMax, las cajas de carga Estándar o Larga y por supuesto el motor, con posibilidades de un 4.0 V6 de 274 CV, un 4.6 V8 de 314 CV o el que hoy probamos un 5.7 V8 de 386 CV, nos permiten elegir uno a la medida de cada cual. A lo anterior hay que añadir los diferentes paquetes opcionales de terminación con los que pueden venir equipados y, como no, la posterior preparación a realizar ya con el vehículo en España, algo cuyo límite lo marca exclusivamente la imaginación del propietario y su cartera, la cual tendrá que aligerar de unos 55.000 € en adelante para poder disponer de una unidad ya importada y matriculada en nuestro país.

Etiquetas: CSA, Pick Up, preparaciones, Toyota Tundra