Siempre Ruedas y Motor

Los monumentos dignos de visitarse pueden tener muy diferente origen y objetivo, algunos pueden estar creados por la mano del hombre con la función propia de maravillar a este; otros, nos los ofrece la naturaleza en cualquiera de sus infinitas formas de manera natural e involuntaria; y otros, como es el caso que hoy nos ocupa, son producto involuntario de los humanos.

Me refiero, como en las fotos se puede ver, al ferry “Assalama”, embarrancado desde el 30 de abril de 2008 en los fondos arenosos de Tarfaya, cuando regresaba a Puerto del Rosario, en Fuerteventura, situada a 98 kilómetros de Tarfaya.

Una azarosa vida

El “Assalama”, cuyo nombre irónicamente significa “Buen Viaje” en árabe, tuvo a lo largo de su azarosa vida un viaje no tan bueno, y de hecho, ahora que se acaban de cumplir 10 años de su naufragio, todavía no descansa en paz.

El 2 de marzo de 1967, el “Botnia” (que ese fue su primer nombre), era bautizado y el 30 de octubre de ese mismo año era entregado a sus armadores, la compañía finlandesa Silja Lines, entrando en servicio ese mismo día en la línea Turku-Mariehamn/Langnäs-Stockholm, y alternando en la línea Turku-Mariehamn/Langnäs-Norrtälje.

En sus orígenes como Botnia

Al año de entrar en servicio, el 28 de noviembre de 1968, sufrió su primer percance importante al colisionar con el ferry Ilmatar, cuando maniobraba en las proximidades del puerto de Langnäs. El accidente se saldó con tres muertos y siete heridos graves, uno de los cuales falleció posteriormente en el hospital de Marienhamm.

El ferry siguió prestando servicios en la misma línea y el 22 de agosto de 1972 sufrió un nuevo percance de importancia, al colisionar contra el puerto de Langnäs en circunstancias meteorológicas adversas, con mar de fuerza ocho.

El Botnia fue adquirido por la compañía Transmediterránea el 22 de marzo de 1975 y el 2 de junio se procedió al cambio de bandera y de nombre por el nuevo de “Ciudad de La Laguna”.

El 9 de junio se hizo a la mar, con destino a Cádiz, y dos días después, cuando enfilaba el canal de Kiel, fue abordado en una falsa maniobra por el mercante islandés Hvalvik, resultando el Ciudad de La Laguna con una avería grave en el yelmo por estribor. El yelmo se hizo de nuevo y tras la inspección del Lloyd´s, el 11 de junio continuó viaje a Cádiz. El 29 de julio entró en servicio, estableciendo el puente marítimo entre las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. En su primer viaje transportó 149 pasajeros y 25 coches.

Navegando como Ciudad de la Laguna

En el período de tiempo comprendido entre diciembre de 1975 y enero de 1976, el Ciudad de La Laguna participó en la evacuación del Sáhara, realizando cinco viajes a Villa Cisneros (Actual Dakhla), para evacuar al personal y material. También tuvo una actuación destacada cuando un día después del accidente de los dos “jumbos” de KLM y Pan Am en el aeropuerto de Los Rodeos, el 28 de marzo de 1977, estuvo realizando durante once días cuatro viajes diarios para mantener la comunicación entre las dos capitales canarias.

En junio de 1992 fue definitivamente retirado de los servicios de Canarias y desde entonces cubrió las líneas Valencia-Ibiza, Málaga-Melilla-Almería, Algeciras-Ceuta y relevó al ferry Villa de Agaete en la línea Los Cristianos-La Gomera-El Hierro con motivo de las varadas anuales reglamentarias.

En octubre de 1998, el Ciudad de La Laguna fue adquirido por Naviera Armas con la intención de reconvertirlo en buque de cruceros para viajes turísticos cortos. Las obras de reacondicionamiento finalizaron en febrero de 1999 y a partir de abril, rebautizado como “Volcán de Tenagua”, fue operado por Armas Cruceros.

En su época como “Volcán de Tenagua” ya propiedad de la naviera Armas

Cuando Transmediterranea retiró las líneas interisulares de Canarias, el servicio fue asumido por Naviera Armas, destinando para ella al Volcán de Tenagua, cuyo estreno no pudo ser más decepcionante, pues una serie de averías obligaron a la suspensión del servicio hasta la puesta a punto de sus motores.

En 2007, Armas apostó por establecer una línea que uniera el archipiélago canario con Marruecos creando la línea Las Palmas-Puerto del Rosario-Tarfaya. Para ello reacondicionó el buque Volcán de Tenagua y lo abanderó en junio de ese año en Panamá, rebautizándolo como “Assalama”. El ferry Assalama salió el 10 de diciembre del citado año, de Puerto del Rosario ruta a Tarfaya, llevando en su primer viaje 56 vehículos y 162 pasajeros, en su mayoría de nacionalidad marroquí. El viaje oficial inaugural se efectuó el 12 de enero de 2008.

El naufragio

Antes de cumplir su quinto mes de servicio en la nueva línea, el 30 de abril, el buque, de bandera panameña y tripulación cubana, partía rumbo a Puerto del Rosario cuando, el fuerte oleaje desplazó la nave hacia la escollera nada más dar la vuelta al muelle, golpeando contra esta; el estrecho paso de la bocana del puerto de Tarfaya tuvo mucho que ver con esto.

Antes de quedar en su posición definitiva, perpendicular a la costa, el barco se escoró a estribor y paralelo a la costa.

El buque continuó su marcha pero el roce había originado una vía de agua que le obligó a volver a Tarfaya, lo que no pudo realizar porque el barco comenzó a escorar peligrosamente a unas tres millas de la costa.

El golpe se concentró en la línea de flotación, muy próximo a la sala de máquinas y fue más severo de lo que intuía la tripulación. Tras una llamada a la sede central de la naviera en Las Palmas, el capitán optó por seguir, ya que el impacto había provocado al menos tres heridos, uno con pronóstico reservado por contusiones en el cuello y la espalda.

El Assalama empezó a aflojar su velocidad tras una hora de dificultosa navegación. Los técnicos bajaron a máquinas y detectaron una vía de agua “de considerable envergadura”. En pocos minutos, el buque perdió nivel y saltó el protocolo de evacuación. La nave se encontraba en ese momento a cinco km. de la costa de Tarfaya.

El capitán del buque finalmente decidió encallar el buque en los bajos de la costa para que el pasaje lo desalojara sin excesivo riesgo (esta versión es la aceptada por el Tribunal Supremo, ya que fue necesario llegar a tan alto tribunal para llegar a esa conclusión). La tripulación pedía auxilio a Tarfaya dos horas después de zarpar.

Tarfaya es un pueblo que entonces contaba con 7.000 habitantes, pobre hasta la saciedad, y que vivía sólo de la pesca (actualmente también es así, pero una incipiente actividad turística la está dotando de nuevos recursos), aunque aquel 30 de abril demostró que la solidaridad no depende de la renta per cápita, cuando al momento y nada más recibir la llamada de auxilio del Assalama salieron más de 10 falúas de pescadores que tardaron 45 minutos en llegar al Assalama por el fuerte oleaje. La destreza y veteranía de los tarfeños permitió evacuar a todos los hombres que quedaban a bordo.

Los pescadores de Tarfaya acudieron a la llamada de socorro y rescataron del buque encallado a un buen número de hombres

En la bodega de vehículos quedaron coches, autocaravanas y camiones con mercancías que se han quedado encerrados para siempre dentro de un barco que ya forma parte del paisaje de Tarfaya.

A finales del pasado 2017, las autoridades marroquíes han informado oficialmente a las autoridades canarias de que a partir de septiembre de 2018 se retomará la ruta, pues el puerto ya está en condiciones de recibir barcos con toda seguridad, algo que de mala manera cumplía el Puerto de Tarfaya en la fecha del siniestro. Habrá que ver si las navieras, que han solicitado subvenciones para restablecer la línea, se ponen de acuerdo para que esto se convierta de nuevo en una realidad, y el futuro barco de Tarfaya deje de ser el buque fantasma (todo el mundo habla de él, pero nadie lo ve), como ya lo es el Assalama.

Durante una puesta a punto en su corta vida como Assalama

Si quieres conocer este lugar, Aventour Viajes y Expediciones te puede llevar a verlo, además de disfrutar del excelente pescado que se puede comer en la cercana Tarfaya y las insuperables puestas de sol que ofrece el Océano Atlantico.

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